El próximo 10 y 11 de diciembre en el Hotel Crowne Plaza, Fundación Empresarial Eurochile realizará un side event en el marco de la COP25 que se realizará en Chile y cuya temática principal será “La economía circular como herramienta de mitigación del cambio climático y motor de desarrollo para las Pymes”.
Allí, durante dos días, se analizará el rol de las políticas públicas, el sector privado y la academia en la transición hacia una economía circular, y se realizará una rueda de negocios para profundizar temas de interés chileno-europeo en los distintos rubros productivos.
Se espera que más de 300 participantes chilenos, europeos y latinoamericanos se reúnan en este evento a debatir sobre las distintas temáticas en torno a la economía circular, y analizar casos de éxito en materias como ecodiseño, nuevos negocios circulares, uso de materiales y energía, normativa y financiamiento, entre otros.
El presidente de Fundación Empresarial Eurochile, Vicente Caruz, explica en esta entrevista las razones que llevaron a la realización de este evento, y la importancia que tiene adaptarse a los nuevos cambios que están ocurriendo en los modelos productivos, donde la economía circular se encuentra hoy en la vanguardia.
Discutir de estos temas desde Chile, en el marco de la COP25, tiene además especial relevancia, dice Caruz, debido a la posición de liderazgo que ha ido ganando nuestro país en los últimos años.
“Chile ha adquirido esa posición, y los extranjeros y los europeos que vienen dicen vamos a empezar nuestras inversiones para los países de la Alianza del Pacífico, para Latinoamérica, en Chile, como plataforma, y de ahí vamos a seguir a otras partes. Tiene también una buena posición hacia el Asia Pacífico. Entonces Chile ha adquirido esa posición de un liderazgo natural, y la COP25 lo está reforzando. Y claro, tiene que haber una muy buena COP25”, afirma.
¿Cómo surge la idea en Eurochile de crear este side event en el marco de la COP25?
Por nuestra relación con los países de la Unión Europea hemos captado también esta inquietud de venir a presentar en Chile sus visiones y posiciones, y por parte de nosotros creemos que podemos ser activos en ese intercambio. En muchos países europeos hay una conciencia y práctica medioambiental mayor que en Chile, y ven la posibilidad de transmitir sus experiencias, conocimientos y las tecnologías desarrolladas al mundo y a América Latina en este evento. En base a eso, surge la idea de hacer un evento en conjunto con los países con los que nos relacionamos, y hacerlo a través de lo que es propio de la fundación, que es una fundación empresarial.
De ahí la decisión de un encuentro que esté centrado en el intercambio entre empresas
Decidimos hacer un encuentro tipo empresarial, en el que, por supuesto van a haber algunas conferencias de contexto con grandes expertos, pero el resto va a ser trabajo de grupos, encuentros de empresarios. Cuando le planteamos esta idea e nuestros amigos en la Unión Europea, a las gerencias que se ocupan del medio ambiente, dijeron interesante, les interesó, y lo mismo con las empresas con las que tomamos contacto. De ahí que la idea de cooperar con lo que es típico de Eurochile, la relación empresarial, fue tomando tamaño e importancia.
¿Por qué se decidió poner el foco del encuentro en la economía circular?
Por distintas razones. Primero, porque Eurochile viene trabajando desde hace más de cinco años en el tema y ha tenido bastante avance, estamos conectados al ecosistema de la economía circular y hemos sido bastante pioneros en esta materia. Hemos hecho encuentros, traído empresarios europeos, hemos participado en encuentros mundiales de economía circular, tenemos relaciones y vinculaciones con grandes expertos en la materia, y a algunos de ellos les hemos pedido que nos asesores para algunos de los proyectos en Chile, y van a venir. Además porque es un tema -y esto nos preocupa especialmente- que es crítico para las pequeñas y medianas empresas.
¿Por qué?
Porque la realidad de las pymes es que les cuesta acceder e incorporarse a estos factores de tendencia fuerte que existen hoy en el mundo. La primera barrera que existía era la globalización, y se han incorporado, aunque no con la fuerza que se debiera, pero hay varias empresas que ya piensan globalmente, negocian, exportan, se asocian. Hemos trabajado harto en esta materia en distintas áreas y distintas regiones. Pero la aplicación de nuevos conceptos y nuevas tecnologías es complejo y difícil para la pequeña y mediana empresa.
Más aún considerando que ya no se trata solo del tratamiento de los residuos
El concepto de la economía circular partió con una mirada de cómo tratábamos nuestros desechos, y ese concepto ya desapareció. Hoy se trata de cómo se producen las cosas, cuáles son las estrategias no solo para que no existan desechos, sino que estos se transformen en nuevos recursos al final de la vida útil. Eso es un proceso organizacional complejo, y una respuesta más integral al problema. Es una respuesta sistémica, hemos llegado finalmente a la concepción que tienen los sistemas naturales, y lo hemos hecho forzados porque hemos hecho las cosas mal. Y nos hemos orientado hacia este tema en el trabajo con las pymes porque hemos visto que la transferencia de experiencias, conocimientos y cambios de los países más avanzados en esta materia se hace difícil para ellas. Una gran empresa tiene equipos de estudios, capacidades, una pequeña empresa no. Lo puede hacer si se organiza, como lo hacen en países europeos donde se crean instancias colaborativas y asociativas, los clúster o centros de competitividad donde se asocian todos los partícipes de un proceso de producción para trabajar en conjunto. La transferencia de esos modelos a Chile tiene muchas barreras, y estamos tratando de ir abordando y dando ideas de cómo resolver esas barreras. Ese es el objetivo de este encuentro empresarial en torno a la economía circular, crear redes y movilizar la transferencia tecnológica.
Esto abre un montón de oportunidades pero también de riesgos para las pymes, ¿el que no se incorpora queda fuera?
Es un riesgo importante, y por eso hay que llegar a las pymes con esto, pero también con las innovaciones organizacionales que están existiendo. Hay que evitar la exclusión tecnológica, que es más grave que la exclusión económica, porque te quedas sin herramientas para hacer las cosas y eso te deja fuera de los mercados y de los procesos. Entonces, es muy importante. Ahí van apareciendo las tendencias actuales, la sociedad organizada, el empoderamiento de la sociedad civil. En estas tendencias fuertes que existen, la primera conciencia que rebota para todos lados es llamémoslo empoderamiento social, cuando toda la sociedad -lo hemos visto en las protestas- tiene una exigencia nueva que es más valórica. Lo que se está planteando hoy es que queremos una vida mejor, y más aún, una vida posible -porque el futuro se ve oscuro-, y obliga a que tengamos una organización política, institucional, social, económica nueva, y ese fenómeno tiene impactos concretos en la producción de cualquier cosa.
¿Qué deben hacer las empresas, y el Estado, frente a este desafío?
Al nivel de la empresa, no puede producir cualquier cosa ni de cualquier manera. Va a tener que hacerlo de manera que sea sustentable y sus recursos naturales duren mucho más. Esto hace que cambie la producción. Por otro lado, es absolutamente indispensable -para que esto tenga sentido económico- que los consumidores sean exigentes con los productos. Que tengan menos plásticos, que estén hechos sin químicos, que su origen sea trazable, que son cosas que ya están pasando, y es una demanda que va a aumentar. Y a continuación, el Estado tiene que apoyar este cambio, normar, regular. Y además tiene que incentivar. Teniendo estas tres variables la economía circular ya no es un modelo tecnológico, es un modelo político y económico. Y es más humano, la gente adhiere mejor porque no es ideológico, es pragmático. Tiene un sentido humanista, porque estamos tratando de vivir mejor y de salvar el planeta.
¿Dónde ve los principales desafíos de la economía circular en Chile?
El cambio climático produce tantos impactos en todas las cosas, y Eurochile ha sido bien activa en algunas de ellas, por ejemplo, en la agroindustria. Si el cambio climático va a golpear fuerte, la agroindustria es el sector que será golpeado con más fuerza. Es un sector absolutamente estratégico, y su efecto es inmediato, lo estamos viendo ya con una sequía brutal de efectos devastadores. La economía circular entrega un enfoque sistémico, tenemos que ir juntando las piezas, juntando las partes, e ir incorporando tecnologías nuevas, pero que a su vez no produzcan otros impactos o efectos negativos, entonces vemos que aquí, como también se trata de producir más eficientemente, con menos agua, sin emitir carbono, etc. Este es un campo de primera prioridad para Chile, y el tema del agua es bien crítico, así como la forma en que valorizamos los residuos.
Una de las cosas que se quiere mostrar en el side event son las tecnologías que pueden ayudarnos en esta transición ¿Cuál será su rol en la economía circular, en el combate al cambio climático?
La herramienta tecnológica es uno de los factores al cual todo el mundo está apostando que nos va a salvar de las tragedias que se anuncian. El big data, por ejemplo, o las biotecnologías. Son herramientas potentísimas. El desafío es que esto se pueda aplicar concretamente, que llegue a la base. El big data es posible porque tenemos unas máquinas que procesan cantidades enormes de datos, y Chile tiene un importante avance en eso. Si esa información estuviera centralizada nos podría ayudar mucho. Queremos traer empresas en distintos campos, tratamiento de desechos, biotecnología, agricultura, y queremos tratar de establecer una alianza que evite la exclusión y que nos permita dejar funcionando algunas ideas fuerza para que esto sea realidad en Chile.
El rol de Eurochile es el de ser un puente con Europa, no solo para nuestro país sino para Latinoamérica también. Entre los asistentes al evento estará Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Unión Europea, e importantes expertos y empresas orientadas a la economía circular, ¿Cómo aprovechar este vínculo con Europa?
Europa es la punta de lanza en materia de economía circular, y además tiene la coordinación, hay más de mil clusters que se conectan, hay stock enormes de tecnologías. Lo importante es cómo eso se capitaliza, cómo se transforma… Uno de los grandes temas es el de las alianzas, de las conexiones. Las competencias, la información, el saber, también son muy importantes. Un amigo decía que el subdesarrollo es desinformación, y tenemos que hacer que esta transferencia sea eficaz. Hay barreras idiomáticas, tecnológicas, de información, económicas, para usar esa gran cantidad de datos y tecnologías que están disponibles. Por eso desde Eurochile impulsamos que la asociación es muy importante.
¿Lo que busca este side event es que esta transferencia sea directa con Europa, que se creen alianzas para avanzar hacia la economía circular?
Lo que queremos es que el pequeño o mediano empresario que está en el sur del país, en Valdivia, y que tiene problemas graves por el tratamiento de sus desechos agrícolas, o que necesita cambiar su producción, se encuentre con un empresario europeo que diga `nosotros ya pasamos por esto, tenemos desafíos parecidos, y nos gustaría instalarnos en este mercado’. Chile es un país pequeño, pero gracias a sus acuerdos comerciales puede operar como plataforma para los países de la Alianza del Pacífico, de América Latina. Nuestro país es importante como vitrina, porque exporta al Asia, por ejemplo, y eso a ellos les interesa. Que desde aquí se produzca ese desarrollo de la economía circular para enfrentar los problemas críticos del cambio climático, y otros. Y como Chile es un país conectado, que también se pueda desarrollar con otros países del América del Sur, que también van a estar participando. Nuestro país ha avanzado en economía circular, el la Ley REP, y eso le permite transformarse en vitrina y genera interés en las empresas europeas a mostrar sus soluciones en esta materia.
¿Qué se necesita para una implementación eficaz de la economía circular?
La economía circular funcionará si es económicamente rentable. Si no hay valor para las empresas con lo que están haciendo, no funcionará. Eso es muy importante, y por eso este matiz empresarial que le estamos dando al side event. Tenemos el objetivo de que después de ese encuentro queden funcionando distintos proyectos tendientes a actuar, a producir resultados en distintas áreas.
¿Por qué las empresas, y principalmente las pymes, debieran participar activamente en este side event?
Primero, Chile ha tomado conciencia de que está enfrentando grandes desafíos que vienen de los desarrollos tecnológicos, del cambio climático y del hecho de que es un país abierto que compite en todas las ligas. Para eso, su producción tiene que ser muy eficiente y cumplir con los requerimientos que se están exigiendo, sino no nos van a comprar. La COP25 -y este evento en particular- les da una oportunidad de empezar a ver cómo hacerlo, y por eso nuestra propuesta es que los asistentes se encuentren con líderes en aplicaciones, en tecnologías, en economía circular, innovación en los productos, y que traten de asociarse con ellos. Tenemos los recursos naturales, tenemos los mercados, pero el futuro viene mucho más difícil. Por eso tienen que participar, porque el mundo está en un proceso importante de cambios y hay que prepararse para la etapa que viene. Para que sus empresas sigan vigentes. No importa si una pyme entiende o no aún el problema, ahí se va a dar cuenta de qué es lo que aún no conoce, y cuando lo sepa podrá adaptarse para enfrentar este desafío. Hay que venir a esta reunión porque tienen que anticiparse, y la anticipación está al servicio de la acción. Y esto lo tenemos que hacer asociados, porque los desafíos son de tal tamaño que no puede resolverlos uno individualmente. Frente al desafío climático, hay que asociarse y anticiparse. La invitación es a que vengan al side event a comprender qué es lo que está pasando, y las soluciones que existen frente a estos problemas.