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Andrea Bonalumi: “Esta crisis está cambiando radicalmente, y quizás definitivamente, la forma de comunicarse y de interactuar con clientes y proveedores”

El gerente de Promos Italia, la agencia nacional de Cámaras de Comercio de ese país, cuenta en esta entrevista cómo la crisis generada por la pandemia ha causado en Italia un impacto “extremadamente profundo y extenso”, con miles de negocios cerrados e imposibilidatos de operar. El acceso facilitado al crédito no basta, afirma, porque las empresas necesitan liquidez, y la necesitan de inmediato. Pero lo esencial que está demostrando esta crisis, explica, es que lo digital, en todas sus formas, será una herramienta de la que las empresas ya no podrán prescindir. “Lo que antes se consideraba una herramienta para unos pocos, o un ‘agradable tener’, está destinado a convertirse en una herramienta a la que pocos pueden renunciar. Será esencial en las relaciones”.

Publicado el 15/05/2020

Made in Italy es una marca reconocida universalmente como sinónimo de calidad, de excelencia y estilo. Y contrario a lo que se podría pensar, no se fundamenta en el trabajo de grandes compañías y corporaciones, sino principalmente de pequeñas y medianas empresas que, gracias a su tradición y calidad se han conformado en la base del tejido empresarial italiano y lo han llevado a destacar a nivel internacional.

Es ese tejido el que hoy ha sido más sacudido por la crisis causada por la pandemia del coronavirus en Italia, uno de los países europeos más golpeados por el Covid-19. Y es una crisis profunda de la que costará años recuperarse, dice Andera Bonalumi, gerente de Promos Italia, la agencia nacional del sistema de Cámaras de Comercio de Italia (entre ellas Milán, Génova, Lombardía, Emilia-Romagna y Perugia, por nombrar algunas) que apoya a las empresas italianas en sus procesos de internacionalización, el desarrollo de la economía local y en la mejora del territorio.

Hoy Promos Italia, como muchas empresas de ese país -y del mundo- se ha organizado para que sus empleados trabajen desde sus casas. El concepto de “trabajo inteligente” está dando excelentes resultados, dice Bonalumi, y les ha permitido tanto continuar garantizando la seguridad de las personas como mantener la asistencia directa de las empresas y la prestación de algunos servicios.

En esta entrevista con Eurochile, Andrea Bonalumi explica el alcance que está teniendo la crisis en Italia, qué se ha hecho hasta ahora para enfrentarlo, y cómo han logrado mantener algunas actividades pese a las medidas de confinamiento de los últimos meses.

Entiendo que si bien los eventos de Promos Italia han sido suspendidos por ahora, las oficinas se mantienen en funcionamiento. ¿Cómo están operando hoy, qué medidas se han adoptado para garantizar el bienestar de sus trabajadores?

La salud de nuestros empleados es sin duda la prioridad, y por lo tanto hemos adoptado medidas de prevención que se ofrecen a los pocos que están trabajando en la oficina que lo hagan de manera segura. Se han separado las entradas y salidas, se mide la temperatura corporal, la distribución de máscaras y dispensadores con distribución de productos desinfectantes están presentes en todas las áreas de la empresa. Sin embargo, la medida más relevante sigue siendo el distanciamiento social y el trabajo inteligente, que -adoptado ampliamente- es la piedra angular de las medidas preventivas.

En relación con los servicios, hemos reestructurado algunas actividades y planeado una serie de iniciativas con el objetivo de garantizar a las empresas servicios realmente útiles en esta fase compleja. Por ejemplo, una actividad central en la que nos hemos comprometido es apoyar los procesos de digitalización de las empresas. Si antes muchas empresas eran reacias a desarrollar procesos de digitalización, tanto en los procesos de producción como en las actividades promocionales y comerciales, ahora las circunstancias sin precedentes dictadas por la pandemia los han obligado a comprender que la digitalización es un camino que debe emprenderse por necesidad. También estamos trabajando para crear una plataforma que permita reuniones virtuales B2B entre operadores italianos y compradores de todo el mundo. Esto será extremadamente funcional, porque será difícil volver a viajar en poco tiempo y, por lo tanto, cualquier forma de reunión física entre empresarios no será posible por algún tiempo todavía.

¿Cuál ha sido el principal impacto de esta crisis en la economía de Italia, y cómo esto ha afectado el trabajo que desarrolla Promos Italia?

El impacto que ha tenido la crisis en Italia ha sido extremadamente profundo y extenso. El cierre de negocios, negocios y negocios por más de dos meses ha puesto de rodillas a muchos empresarios. Las ventas minoristas de productos no alimentarios se han derrumbado a favor del aumento de las ventas a través del comercio electrónico. La pérdida del PIB en comparación con el primer trimestre del año anterior se estima en 4,7%, y además las medidas de contención en Italia -y en los principales países socios comerciales- han deprimido el comercio exterior. En la provincia en la que vivo, la de Bérgamo, una de las más afectadas por Covid-19, se estima que el 84% de las empresas, dentro de los seis meses, solicitarán despidos y, a nivel nacional, la última estimación de Cerved prevé una pérdida total para las empresas de 420 mil millones de euros en facturación en 2020, y más de 120 mil millones en 2021. Promos Italia está apoyando a las empresas ayudándoles a planificar estrategias útiles para comenzar de la mejor manera; en particular, repito, alentándolos a usar lo digital, porque ésta será una de las herramientas más relevante para ayudar a la recuperación. Somos personas resistentes y nuestro tejido empresarial, estoy seguro, será capaz de recuperarse.

¿Cómo ha impactado esto en el trabajo de las cámaras de comercio italianas, qué sectores del comercio se han visto más afectados?

Todos los sectores han estado involucrados en este tsunami que nos ha abrumado. Estoy pensando en las pequeñas empresas, las empresas manufactureras, la cadena de suministro de turismo, que este año ve la temporada al revés y está luchando por mitigar el impacto de la crisis. Las cámaras de comercio están brindando todo el apoyo posible a las empresas, tanto en lo que respecta a los aspectos burocráticos y en la práctica, como a nivel económico, con contribuciones no reembolsables que los ayudan en esta fase económicamente muy compleja.

¿Qué medidas debieran impulsarse desde el Estado y desde el sistema financiero para ayudar en la recuperación?

Las empresas necesitan liquidez y la necesitan de inmediato. Sirve para dar aliento a las arcas de emprendedores que ya han perdido decenas de miles de euros en facturación y esto, en cascada, impacta en el empleo, en los pedidos, en toda la cadena desde la producción hasta la distribución. Solo esta medida, en este momento, puede ayudar a las empresas a resistir y permitir que no cierren. El acceso facilitado al crédito, que de hecho es la medida que el gobierno ha adoptado hasta ahora, no es suficiente, no puede enfrentarse a una crisis de esta magnitud. También estamos esperando entender qué traerá la negociación europea como aporte. Este también es un paso crucial para comprender qué apoyo concreto tendrán nuestras empresas, pero diría que todo nuestro sistema económico.

Uno de los focos del trabajo de Promos Italia es apoyar la internacionalización de sus cámaras de comercio. ¿Cómo se ven las perspectivas futuras en este sentido, qué cambios de estrategia o de formas habrá para desarrollar este trabajo una vez que pase la crisis?

Esta crisis está cambiando radicalmente, y quizás definitivamente, tanto la forma de comunicarse como la forma de interactuar con clientes, proveedores y partes interesadas. Esto también se aplica a las relaciones internacionales. Lo primero, fundamental para quienes exportan, es mantener activas las relaciones desarrolladas a lo largo de los años en los diversos mercados y, por el momento, la única forma de hacerlo es a través de canales digitales. Pero diría que lo digital, en todas sus formas, será una herramienta de la que las empresas ya no podrán prescindir. Lo que antes se consideraba una herramienta para unos pocos, o un “agradable tener”, está destinado a convertirse en una herramienta a la que pocos pueden renunciar. Será esencial en las relaciones, como se mencionó, en la correspondencia y también en la actividad comercial, al menos en la primera fase posterior a la crisis.

¿Qué oportunidades cree que se abren una vez que comience la recuperación?

Hacer predicciones en esta etapa es muy complejo y existe el riesgo de que se demuestre lo contrario. Ahora es necesario controlar constantemente lo que está sucediendo a nivel sanitario y económico, y proporcionar a las empresas todas las herramientas para que comprendan el contexto y puedan tomar las mejores decisiones para su negocio. Si tuviera que elegir una prioridad, seguramente en esta fase es esencial no perder las porciones de mercado ganadas a lo largo de los años, e interceptar las oportunidades que se presentarán en aquellos mercados que podrán comenzar de nuevo primero.

¿Qué rol tendrá la región de Latinoamérica, y Chile en particular, en el trabajo futuro de Promos Italia?

Chile es un país amigo de Italia, y estratégico para el negocio de Promos Italia. Sólo piensa que el año pasado, el primer año de vida de Promos Italia, Chile fue el tema de la primera visita institucional internacional. En abril, de hecho, estuve en Santiago y me reuní con el director ejecutivo de Eurochile, José Aravena, y con su Presidente, Vicente Caruz, con quienes Promos Italia ha firmado un acuerdo de colaboración con el objetivo de fortalecer aún más las relaciones comerciales entre los dos países. Recibimos al ministro de Obras Públicas Infraestructura de Chile en Milán y al director de Promoción de Inversiones de InvestChile, quien participó en un taller en la Cámara de Comercio de Milán en el que se presentaron oportunidades de negocios en Chile para empresas italianas. Tenemos la intención de involucrar a las empresas chilenas en las actividades B2B que estamos planeando en los próximos meses.

10) ¿Cuáles son, a su juicio, las lecciones que sacaremos de esta crisis?

Son muchas. Algunas se refieren a la vida de cada uno de nosotros, nuestra salud, nuestros afectos, la importancia de lo que vivimos a diario, lo que nos parece obvio, pero no lo es. La crisis nos lleva a reflexiones políticas, por ejemplo, sobre la gobernanza europea en temas como la salud, pero no solo que deberían ser repensados; reflexiones económicas, para modelos de crecimiento y desarrollo que muestran cada vez más sus lados débiles, sin ser capaces de reformularlos, debido a un peligroso retorno a los principios del aislacionismo en lugar de la cooperación. Por último, pero no menos importante, personalmente considero que uno de los pocos aspectos positivos de esta pandemia que se ha tornado importante importante: ha vuelto a poner en el centro, dándole la legitimidad que merece, el pensamiento de la fuente autorizada, la ciencia, cuestionada peligrosamente en el pasado reciente, por ejemplo, durante debates absurdos sobre la validez de las vacunas.