Español

Ladeja Godina: “Es una responsabilidad colectiva hacer realidad una visión circular”

El pasado jueves, Ladeja Godina Košir fue una de las principales oradoras del seminario web “La ruta de Chile hacia la economía circular: estrategias y visiones europeas”, organizado por la Fundación Empresarial Eurochile -y en el que también expuso el holandés Freek van Eijk, director de Holland Circular Spot-, donde afirmó que lo más importante en la elaboración de una hoja de ruta en esta materia en el país es el proceso en sí, porque “lo que nos sucede durante ese recorrido es lo que nos define y lo que permanece. Y por eso el compromiso de las partes interesadas, el liderazgo y el rol del gobierno son claves”.

Ladeja Godina sabe del tema. Fundadora y directora ejecutiva de Circular Change, y al mismo tiempo presidenta desde 2018 del grupo de coordinación de la European Circular Economy Stakeholder Platform (ECESP), ha participado en la elaboración de hojas de ruta en esta materia para tres países europeos, y hoy es una de las principales asesoras en esta materia para el equipo de Eurochile que lidera el trabajo de elaboración de la Hoja de Ruta para la Economía Circular en Chile, iniciativa encabezada e impulsada por el Ministerio del Medio Ambiente.

El rol que tiene hoy en el equipo de Eurochile está orientado principalmente al trabajo del consejo público-privado que está trabajando las líneas de acción de la hoja de ruta, así como el traspaso de su experiencia en esta materia.

“No podemos esperar que venga un buen momento para implementar el cambio circular, tenemos que decidir ahora los principios que son parte de la sostenibilidad”, afirmó este jueves en el seminario.

Desde Ljubljana, la capital de Eslovenia, profundiza con Eurochile el rol que tendrá en la elaboración de la Hoja de Ruta de la Economía Circular en Chile, así como la importancia de adoptar esta tendencia en la economía y el desarrollo del país.

¿Cuál será su papel en el trabajo que Eurochile está llevando a cabo para la preparación de la Hoja de Ruta de la Economía Circular en Chile? ¿Cómo se hará este trabajo?

Cada proceso de mapa de ruta de economía circular es único, no podemos simplemente “copiar y pegar” la metodología y las lecciones aprendidas en un país a otro entorno. Eso es lo que hace que cada viaje de economía circular sea emocionante. En Circular Change, Instituto de Economía Circular que fundé hace 5 años, nos sentimos privilegiados de tener la oportunidad de participar en el proceso de construcción de la Hoja de Ruta de la Economía Circular en Chile. Nuestro papel principal es contribuir con la experiencia y conocimiento experto en economía circular y en elaboración de hojas de ruta durante la consultoría. Compartiendo experiencias concretas, las que hemos ganado al trabajar en las hojas de ruta hacia la economía circular en Eslovenia (2016/17), en Serbia (2019), y ahora en las actividades iniciales para la Hoja de ruta de Economía Circular en Montenegro (2020); y también a través de nuestra contribución a varios estudios e investigaciones sobre procesos de hojas de ruta de economía circular en Europa. Eso es lo que estamos trayendo al proyecto desarrollado por la Fundación Empresaria Eurochile para el Ministerio del Medio Ambiente. Habilitar el espacio para discusiones e involucrar a las diferentes partes interesadas, entrenar y orquestar el proceso, co-crear recomendaciones para el diseño de la hoja de ruta y, al final, apoyar la comunicación y la implementación del documento es en lo que vamos a trabajar. Debido a la situación posterior al Covid-19, parece que la mayor parte del trabajo se realizará en línea, ya que no podemos reunirnos en persona. Esperemos que llegue el momento de celebrar conjuntamente la introducción de la Hoja de ruta de la Economía Circular en Chile como en Europa.

La economía circular es una nueva tendencia, que aún no está completamente implementada o instalada. ¿Por qué apostar ahora a su adopción en el país?

La verdad es que hemos vivido de forma muy “circular” hace solo unas décadas. Estoy segura de que cada uno de nosotros todavía recuerda cómo nuestros padres o abuelos consumían alimentos locales de temporada, mantenían y reparaban lavadoras (que han durado más de 20 años), usaban un vestido varias temporadas o reutilizaban bolsas de plástico una y otra vez … Mientras tanto, la producción y el consumo mundiales han excedido los límites planetarios y se hizo evidente que necesitamos una mejor gestión de los recursos naturales para reducir nuestros impactos ambientales y climáticos. Con la crisis pandémica finalmente nos hemos dado cuenta en realidad de cuán vulnerables y frágiles somos como raza humana. Con la globalización nos volvimos más interconectados e interdependientes que nunca, por lo tanto, ha llegado el momento de centrarse en la creación conjunta de economías y sociedades resilientes, basadas en valores compartidos y con una visión conjunta para garantizar la calidad de vida (segura y saludable) para todos. En este contexto, la economía circular es aún más relevante que nunca. Se centra en diseñar sin residuos ni contaminación, en el mantenimiento de productos y materiales durante el mayor tiempo posible, en el mantenimiento del valor, en la regeneración de nuestros sistemas naturales, en hacer negocios más eficientes y efectivos, en la creación de nuevos empleos, en fomentar la creatividad y la innovación, en la colaboración y co-creación de las múltiples partes interesadas, en el pensamiento a largo plazo y las acciones a corto plazo. ¿Cómo no apostarías a volverte circular?

¿Cómo ha visto el progreso de esta tendencia en el país, qué fortalezas o ventajas comparativas tiene Chile en este tema y dónde identifica que hay más trabajo por hacer?

En este momento no tengo suficientes conocimientos sobre la situación en Chile, por lo que confío más en lo que el equipo chileno de la hoja de ruta está proporcionando como resultado de su investigación y compromiso, con las diferentes partes interesadas incluidas en el proceso. Lo que veo como uno de los mayores activos son los recursos naturales (sistema forestal, sistema marítimo, recursos energéticos y minerales) y la riqueza cultural del país, incluido el patrimonio cultural muy valioso. La longitud extrema del país y una gran variedad de climas lo hacen muy singular. Uno de los desafíos es también el hecho de que la mayoría de la población vive en ciudades (la mayoría en Santiago). Explorando potenciales junto con representantes de diferentes áreas geográficas y de diferentes áreas profesionales, discutiendo abiertamente los intereses de las diferentes partes interesadas, visualizando conjuntamente el futuro basado en valores compartidos, permitiendo un espacio para una discusión constructiva donde todos son igualmente importantes, es decir, incluso esas fortalezas y ventajas que no se reconocen a primera vista, se puede realizar este mapa y considerarlo como una oportunidad.

Usted ya ha trabajado en la elaboración de este tipo de instrumentos en varios países. ¿Qué es lo más complejo de resolver en estos procesos?

En cualquier país en el que he participado en los ejercicios de transición hacia la economía circular, desde Japón hasta Brasil, he estado buscando el ADN de la nación, para esos valores centrales que están integrados en la cultura y el comportamiento. Nosotros, los seres humanos, somos aquellos que diseñamos nuestro presente y futuro, por las decisiones y las elecciones que tomamos. Me parece crucial que la transición de la economía circular del país esté armonizada con su cultura. Por lo tanto, siempre tengo mucha curiosidad. Trato de entender primero a las personas, en este caso a los representantes de Chile. Ser humilde y abierto a lo que tienen que proponer, compartir, presentar; así es como navego a través del proceso conjunto de elaboración de una hoja de ruta.

¿Cómo conciliar la necesidad de establecer objetivos que sean lo suficientemente ambiciosos como para dar un impulso real a la economía circular, con la posibilidad de generar acuerdos y consensos que permitan a todos formar parte de estos acuerdos?

Tenemos que ser ambiciosos, ya que no queda mucho tiempo para preservar la vida de los seres humanos en nuestro planeta. La crisis climática se intensifica cada año. Incendios, sequías, inundaciones y tornados amenazan nuestras vidas en todo el mundo, y con el Covid-19 la situación se volvió aún más severa. Hemos acordado los ODS, en Europa hemos adoptado el Nuevo Plan de Acción para el Acuerdo Verde y la Economía Circular. Ahora es tiempo de actuar. Lo que necesitamos es un enfoque sistémico, holístico y una gobernanza global. Al proteger nuestro “pensamiento de silos” nunca estaremos listos para una colaboración radical. Me gusta usar una declaración muy audaz: el verdadero liderazgo no se basa en el título de tu tarjeta de presentación, sino en la cantidad de personas dispuestas a seguirte. Al abrir nuestras mentes y corazones para un cambio positivo y circular, podemos hacer realidad conjuntamente los acuerdos.

¿Cuáles son las metas, objetivos y visión que Chile debe considerar en su Hoja de Ruta?

Es de vital importancia comprender que todo el proceso de la hoja de ruta es un “trabajo en progreso”. Lo que cuenta al final no es el documento como tal, sino la identificación de todas las partes interesadas con los desafíos y su compromiso de contribuir al cambio circular. La visión es el primer ejercicio, pero se puede revisar y actualizar durante el proceso. Cuanto más simple, mejor. Tiene que ser concordante con lo que la gente en Chile quisiera lograr conjuntamente en los próximos 20 años, en qué país les gustaría vivir y cómo los principios de la economía circular pueden contribuir a su visión. Las metas y los objetivos son los hitos en ese viaje circular: la dimensión social, ambiental y económica se incrustará en ellos. Las acciones concretas, los recursos y los líderes de las acciones necesarias para la adopción de la economía circular deben estar claramente definidos, las medidas establecidas y el proceso de monitoreo acordado. Es una responsabilidad colectiva hacer realidad una visión circular.

¿Qué factores deben tenerse en cuenta al establecer estos objetivos?

Como estamos hablando de la hoja de ruta de la economía circular, los principios de la economía circular deben ser la brújula al establecer estos objetivos. Seguramente tenemos que considerar a qué tipo de inversiones vamos a decir que sí y a qué no. Al implementar un enfoque sistémico, podemos comprender y gestionar mejor los diferentes sectores, ya que todos son interdependientes. Agricultura, silvicultura, manufactura, movilidad, energía, construcción, minería: lo que sea que abordemos, está relacionado con otros sectores. Los objetivos que elijamos definirán nuestro futuro, y tiene que ser un futuro alternativo y sostenible, que nos proporcione un buen sustento.

Usted es presidente de la Plataforma Europea de Partes Interesadas de la Economía Circular (ECESP), que busca acelerar el desarrollo de esta tendencia al involucrar y coordinar el trabajo de las autoridades públicas, empresas, sindicatos, consumidores y la sociedad civil en su conjunto. ¿Qué resultados concretos ha tenido esta iniciativa?

Nuestra visión es convertirnos en “la red de redes” para los creadores de cambio de la economía circular. Establecido en 2017 por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) en asociación con la Comisión Europea, ECESP apoya a las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades públicas que aceleran la transición a una economía circular en toda Europa mediante el fomento del diálogo, el intercambio de conocimientos y el intercambio de buenas prácticas. Se alienta la participación de las partes interesadas mucho más allá del Grupo de Coordinación: se ha creado un sitio web para que sirva como un lugar virtual de reunión y espacio de conversación para todos los miembros de la comunidad de la Economía Circular. La idea es fortalecer el conocimiento colectivo aprendiendo de las buenas prácticas de los demás y compartiendo las lecciones aprendidas. Hasta ahora, hemos publicado más de 250 ejemplos de buenas prácticas para proporcionar inspiración y facilitar el intercambio de lecciones aprendidas al mostrar cómo los pioneros circulares identifican oportunidades, superan barreras y abordan desafíos regulatorios. Las estrategias, hojas de ruta, noticias y eventos se publican regularmente y se comunican a través de las redes sociales. Hemos organizado tres conferencias internacionales en Bruselas y comisionamos dos estudios en 2019: un mapeo de la política de economía circular en Europa y otro que revisa el impacto de la economía circular en la industria de consumo de rápido movimiento. Hemos publicado una opinión conjunta sobre el Plan de Acción de Economía Circular y hemos establecido varios grupos de liderazgo que trabajan conjuntamente en temas seleccionados de economía circular. Estamos orgullosos de haber ampliado nuestras actividades y comprometido a diferentes partes interesadas de todo el mundo.

Muchas veces se ha dicho que son las empresas las que crean una economía circular, porque a fin de cuentas se trata de la economía. ¿Qué deben hacer las empresas para acelerar su transición a la economía circular?

Muchas empresas ya han reconocido los beneficios de pasar de modelos de negocio lineales a circulares. La crisis del Covid-19 ha ejercido una presión adicional sobre muchas empresas; por lo tanto, es aún más importante que mantengan su compromiso con la sostenibilidad y que su recuperación sea “verde y circular”. Innovar, usar nuevas tecnologías, reducir el consumo de energía, usar plataformas para compartir, reducir el desperdicio, reutilizar materiales, acortar las cadenas de valor, expandir los ciclos de vida, cambiar de productos a servicios, obtener materiales que sean aptos para una economía circular … Todo eso conduce a negocios más sostenibles y resilientes. Lo que se necesita es una fuerte colaboración entre las empresas, el gobierno y la sociedad civil; la transición no puede ser acelerada sólo por el sector empresarial.

La economía circular es una estrategia para el desarrollo económico, ambiental y social. ¿Cómo podemos aprovechar la crisis actual para darle un nuevo impulso? ¿Es el momento adecuado para hacerlo?

“It´s now or newer”, es ahora o más nuevo. El Covid-19 nos ha demostrado que no tenemos tiempo para “volver a la normalidad”. El cambio climático fue y sigue siendo un problema. Es urgente lidiar con dos crisis: salud y clima. Frans Timmermans, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea en sus comentarios de apertura en el Diálogo Climático Petersberg a fines de abril de 2020 subrayó: “Y si podemos hacer eso (movilizar la inversión) y tenemos la posibilidad de invertir, entonces debemos asegurarnos de que la inversión que hacemos nos lleva a la nueva economía. Porque si no usamos nuestra capacidad de inversión para crear una economía sostenible, una economía que sea resiliente para el futuro, basada en el Acuerdo Verde, entonces la vieja economía podría estar más o menos restaurada, pero no tendremos los medios para transformar eso en una economía que pueda resistir las próximas crisis. Entonces perderemos dos veces. Esto es algo que creo que es inaceptable, y que deberíamos evitar a toda costa”.

Digitalización y sostenibilidad, los principales desafíos para la reactivación de las empresas tras la crisis del Covid-19

En momentos en que Europa comienza a recuperarse tras la etapa más dura de confinamiento por la pandemia de Covid-19, las empresas están retomando sus actividades enfrentando un escenario distinto, en que la digitalización y la sostenibilidad aparecen hoy como los principales desafíos y líneas de acción.

Así lo afirmó la española Adela Sánchez, directora de proyectos europeos en CEOE Cantabria y project manager de la Enterprise Europe Network (EEN), durante el webinar “En tiempos de pandemia, la importancia del trabajo en redes” realizado el pasado 14 de julio, organizado por Fundación Empresarial Eurochile en conjunto con la Confederación de Empresarios de Pymes de Cantabria, España.

El encuentro tuvo por objetivo conocer el trabajo que está haciendo Europa para la recuperación de sus empresas, así como relevar la importancia que tendrá en ello la asociatividad, principalmente a través de EEN; una red con 600 instituciones afiliadas en 60 países y que dispone de 4.000 expertos, avalada por la Comisión Europea, y de la que Eurochile es representante exclusivo en nuestro país. A través de EEN, se entrega apoyo a las pymes en una serie de aspectos, que van desde el relacionamiento con pares europeos hasta la generación de acuerdos de colaboración con estos, y también se facilita información sobre los diversos eventos de networking virtuales que son organizados por otros socios europeos de la red y que hoy están en marcha.

“En este escenario de incertidumbre que estamos viviendo hoy, es de suma importancia identificar nuevas formas de trabajar con redes y plataformas, con el objetivo de generar espacios de cooperación, así como también desarrollar nuevas relaciones con pares nacionales e internacionales, en este caso, europeos”, señaló Nina Morales, directora del Área de Cooperación Empresarial y Asuntos Institucionales de Eurochile.

Esto es más importante aún hoy, planteó Adela Sánchez, porque el virus cambió todos los escenarios que estaban proyectados a inicios de año. Y según se recogió en una cumbre empresarial por la reconstrucción realizada en junio en España, dijo, “en lo que todos han coincidido es en que la crisis causada por la Covid ha puesto de manifiesto que la responsabilidad social corporativa es uno de los motores para ser más competitivos. Los empresarios van a ser los que van a liderar la reconstrucción, y consideramos además que es muy importante la asociatividad empresarial”.

Hoy muchas empresas y empresarios han demostrado gran capacidad de “tirar hacia adelante”, dijo Sánchez, y muchas han reconvertido sus procesos productivos para apoyar en la crisis sanitaria. Y en este movimiento masivo en favor de la defensa de la responsabilidad social corporativa, agregó, está claro que el objetivo de las empresas es ganar dinero, “pero de una manera ética. Está demostrado que las empresas que tienen valores éticos, que son consistentes y responsables, son mucho más exitosas en el largo plazo”.

¿Cómo enfrentar este nuevo escenario? Según plantea Sánchez, hoy las dos principales líneas para la recuperación en Europa están enfocadas en la digitalización, a partir de lo ocurrido con el teletrabajo; y la sostenibilidad, con el Pacto Verde europeo como eje de la reactivación.

“La situación en que nos encontramos es cómo vamos a responder a una economía en que se habla de una caída media del PIB mundial de un 10%. Por tanto, los pequeños y los grandes empresarios tenemos que adaptarnos, adaptar nuestros productos y servicios. Tenemos muy claro que tenemos que apostar por la digitalización, creemos que el teletrabajo ha venido y se va a quedar en las empresas”, aseguró.

Y ante la crisis sistémica y global, a la que todos estamos expuestos, “tenemos la oportunidad de ir más allá, de repensar nuestras empresas, y cómo podemos trabajar para dar un paso en el ámbito de la responsabilidad y la sostenibilidad”, agregó. Y en ese sentido, dijo Adela Sánchez, “para nosotros ha sido muy claro que es fundamental la colaboración, el trabajo en red y la acción conjunta. Creemos que la unión hace la fuerza, y hemos ido trabajando por sectores empresariales y quizás es el momento de pensar en términos estratégicos”.

Planteó que hoy es claro que vivimos en una economía absolutamente globalizada, con condiciones de comercio que ejercen cada vez más una presión sobre las empresas por la competitividad. “Este contexto ha dado origen a la renovada importancia de la actuación de las empresas siempre en coordinación con otras, y con otros agentes, en aras de promover la innovación, el desarrollo tecnológico y la estrategia empresarial. Está demostrado que la competitividad de cualquier empresa, independiente de su tamaño, está ligada a las relaciones que tiene con otras empresas, organizaciones y redes del entorno, como es el caso de Eurochile”.

“Las asociaciones -agregó Adela Sánchez-, las redes empresariales y la conexión a estas redes tienen una fuerza impresionante. Eurochile es nuestro partner de EEN en Chile, y nuestra fuerza es que somos conectores únicos. La verdad es que sólo a través de la unión de muchas voces nos podemos hacer oír y ejercer influencia, y provocar cambios”. Por ello, invitó a las empresas de cualquier sector y tamaño a conectarse con esta red a través de Eurochile.

“La crisis creemos que va a pasar, en un año y medio o dos, y dentro de ese tiempo estaremos intentando crecer, y ahí tener una estrategia a medio plazo va a ser importante: pensamos que puede ser el momento ahora de repensar la estrategia y los modelos de negocios de nuestras empresas. De esto vamos a salir, y hay que pensar ahora cómo hacerlo para salir fortalecidos”, finalizó.

Para conectarse con la red de EEN en Chile, dijo por su parte Manuela Caruz, directora de Redes de Eurochile, basta con acercarse a Eurochile o enviar un mail. Los servicios de la red, explicó, no tienen costo salvo que se requiere de productos específicos.

“La idea es hacer conversaciones más específicas, a lo mejor por sectores o por intereses comunes, una especie de mentoring y que Adela nos ayude por la parte europea para encontrar empresas que hayan solucionado algunos temas, que estén ya trabajando o hayan superado algunos conflictos y que puedan trabajar esa experiencia a las empresas chilenas. Queremos dejarlos invitados a inscribirse para que podamos identificar cuales son las empresas europeas más idóneas para transmitir esas experiencias”, cerró Manuela Caruz.

Exitoso seminario internacional de Eurochile analizó el rol de la economía circular en la recuperación post COVID-19

Este miércoles, Fundación Empresarial Eurochile organizó un exitoso webinar internacional para analizar el rol de la economía circular en una recuperación sostenible tras la crisis del COVID-19, el que contó con cerca de 400 asistentes de Chile, Latinoamérica y Europa para escuchar las exposiciones del director general de Medio Ambiente de la Comunidad Europea, Daniel Calleja, y del gerente de economía circular del Enel Holding, Luca Meini.

En una conversación que fue moderada por el director ejecutivo de Eurochile, José Aravena, ambos ahondaron en los avances que se están desarrollando en Europa en materia de economía circular, la importancia que tendrá el Pacto Verde como eje de la recuperación, el rol del sector energía en esta tarea, y también las oportunidades que se abren para la innovación, los nuevos modelos de negocios y -en particular- para las pequeñas y medianas empresas en un desarrollo económico futuro más sostenible.

Al introducir el seminario, el presidente de Eurochile, Vicente Caruz, afirmó que nuestro país ha sido afectado en los últimos meses por una triple crisis: social, climática y la pandemia de coronavirus. “Entonces, la tarea de enfrentar una recuperación que sea sustentable a nivel ambiental, económico y social aparece como gigantesca y urgente”. Y en un escenario donde el Estado aporta cuantiosos recursos para la emergencia y estimular la actividad económica para recuperar empleos y capacidad productiva, dijo Caruz, “la manera cómo se inviertan estos recursos será clave para una recuperación con futuro de mediano y largo plazo”.

“La economía circular -agregó Caruz- aparece entonces como una herramienta fundamental para enfrentar el doble desafío de alcanzar el equilibrio ecológico y ambiental que permita una existencia más armoniosa, y en el largo plazo la subsistencia. Y por otra parte, alcanzar niveles de productividad integral -no solo económica y financiera- que le permitan a los ciudadanos y sus familias terminar con las inseguridades que les impiden vivir equilibradamente. Esto es fundamental para terminar con un malestar social extendido que impide el normal funcionamiento de la sociedad y de la economía”.

Para ello es necesario que la economía circular se inserte en la productividad y llegue a todos los sectores productivos, con trabajo conjunto entre todos los actores pero también con un fuerte foco en la sostenibilidad. Al respecto, la embajadora de la Unión Europea en Chile, Stella Zervoudaki, planteó que la solidaridad, la cohesión y la convergencia son fundamentales para abordar el actual desafío sanitario, pero también los desafíos posteriores. “La otra cosa que esta pandemia nos ha mostrado es la importancia entre la convivencia sostenible entre el ser humano y la naturaleza. No podemos seguir produciendo de la misma manera en que lo hemos hecho, y es muy importante que logremos un equilibrio si queremos un desarrollo para las próximas generaciones”.

Al respecto, Paolo Pallotti, country manager de Enel Chile, coincidió en que estamos viviendo una crisis profunda y sin precedentes, pero que al mismo tiempo nos puede ofrecer una oportunidad, “porque este es el momento de actuar, de tomar decisiones para asegurar el futuro. Y el sector energético está al centro de la economía y tiene un rol muy importante; hoy sí es posible una transformación profunda de este sector, y en Chile existe esta oportunidad”.

En ese sentido, recordó que a partir de 2022 Enel no tendrá unidades a carbón produciendo energía en Chile, y además con el compromiso de “desarrollar nuevas capacidades renovables. Tenemos un objetivo, estamos trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos para añadir 2.000 MW de capacidad hasta 2022. Ese es entonces un año donde se va a coordinar la salida de las soluciones a carbón e ingreso de nuevas capacidades renovables. Y esto va a tener un impacto en todas las actividades productivas”.

La estrategia sostenible de Europa para la recuperación
La crisis del coronavirus ha golpeado duramente a nuestras economías y nuestras sociedades a nivel global, una crisis además a la que nadie ha sido inmune, al punto que ya se está comenzando a hablar de un mundo pre y post pandemia, planteó Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comunidad Europea. Y si bien el trabajo está centrado hoy en enfrentar la urgencia del desafío sanitario, agregó, “tenemos que replantearnos como vamos a desarrollar nuestras vidas, nuestras economías y nuestras sociedades después de la crisis. Tenemos que trabajar ya en la recuperación”.

Y en esa línea, recordó las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, invitando a “reconstruir mejor”. “Y para ello -afirmó Calleja- tenemos que poner la sostenibilidad en el centro de nuestra agenda. Una sostenibilidad económica, medio ambiental, social, inclusiva e integradora. Y Europa pone sobre la mesa el Pacto Verde Europeo, que plantea transformar nuestra sociedad en los próximos 10 años, nuestra energía, nuestros transportes, nuestros sistemas alimentarios, una economía lineal que ya está caduca por una economía circular, y trabajar para que los elementos centrales de esa agenda se basen en el desarrollo sostenible. Lo que no es sostenible no es viable, ninguna empresa puede ser competitiva hoy si no tiene un modelo de negocio sostenible”.

¿Por qué este Pacto Verde debe estar en el centro de la recuperación? En primer lugar, dijo, porque tras la crisis sanitaria seguiremos teniendo las crisis del clima y de la biodiversidad, que seguirán amenazando a las personas y a los estados más pobres y débiles. Y en segundo lugar, porque en una situación de recesión, para salir de ella se requiere estimular el crecimiento y estimular empleo, sin retroceder en los desafíos medioambientales.

“La inversión verde y la economía circular son la mejor forma de crear crecimiento y empleo, y recuperar nuestras economías, porque el único modelo sostenible es el que es capaz de disociar el crecimiento económico de las emisiones y del exceso de consumo de recursos. Más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza y de los servicios que esta proporciona, invertir en naturaleza es invertir en nuestro futuro”, afirmó.

Para concretar esto, Europa trabajará en cuatro líneas de acción. En primer lugar, una estrategia climática para transformarse, en 2050, en la primera región del mundo climáticamente neutra a través de una hoja de ruta para descarbonizar la economía. Segundo, la economía circular a través de un nuevo plan de acción en esta materia con el objeto de ser más eficientes en el uso de los recursos. A esto se suma una estrategia a 2030 para la conservación de la biodiversidad, y finalmente la estrategia “De la granja a la mesa” para impulsar un sector agroalimentario sostenible.

En cuanto al plan de acción de economía circular, Daniel Calleja explicó que busca ir mucho más allá de la mera gestión y reciclaje de los residuos. “Tenemos una visión en Europa: que todo producto que se ponga en el mercado sea circular. Si podemos conseguirlo, lograremos más innovación, más crecimiento, más empleo y más competitividad. Para ello hay que trabajar en todo el ciclo de vida de los productos, centrándose en su diseño, promoviendo procesos productivos de economía circular, fomentando el consumo sostenible y conseguir que los recursos utilizados se mantengan en la economía el mayor tiempo posible. Que el residuo de una empresa sea la materia prima de otro, la simbiosis industrial”, explicó.

Para ello ya se han identificado los sectores con un potencial clave en esta materia, donde se pueden impulsar tecnologías y modelos de negocios innovadores y crear empleos verde. Entre ellos están las baterías; el sector automotriz, que es un gran generador de empleos; la electrónica, donde se puede trabajar en diseño y recuperación de materiales; el sector textil, que solo recicla el 1% de los productos y que produce más emisiones que el transporte marítimo y aéreo en conjunto; los plásticos, donde Europa ha liderado en la restricción de plástico de un solo uso; el sector de embalajes, y los sectores alimentarios y de construcción, que tienen grandes oportunidades para las pymes.

En estos ámbitos, dijo Daniel Calleja, “estamos muy impresionados con el trabajo de Chile. Ahí, una vez más,  Eurochile vio inmediatamente las oportunidades de la economía circular. Tengo un magnífico recuerdo de la primera misión de economía circular europea donde el primer país del mundo fue Chile y tuvo un éxito arrollador. Sabemos que están siguiendo un camino similar con la hoja de ruta para la economía circular para los próximos 20 años. Y aquí hay un elemento muy importante: tenemos que gestionar juntos esta transición. Esto va a exigir adaptarse, que haya que formar, capacitar y trabajar. Y la recuperación tiene que ser global, exige una respuesta de todos. Nos gustaría articular esos esfuerzos globales, porque la solidaridad y el multilateralismo son cruciales, ese es el camino y la agenda que queremos compartir”.

El rol del sector energético en la economía circular

La economía circular no es reciclaje ni manejar los residuos, sino que implica rediseñar completamente el modelo de negocios, planteó Luca Meini, gerente de economía circular del holding Enel, y esto implica hacerlo desde la fase de diseño, selección de materias e ingeniería. “Eso es lo más importante, después viene la parte de cómo vamos a maximizar su uso y al final está la parte de reutilización y reciclaje, que ya debe estar prevista en el diseño. Esto es fundamental”. Y en este sentido, plantea, la economía circular tiene como elemento central la innovación, que es lo que alimenta la competitividad.

A esto se suma el rol de las instituciones, donde la Unión Europea ha tenido un papel muy fuerte pero esto también está ocurriendo en muchos países -como Chile- tanto a nivel de gobiernos como a nivel local en las ciudades. Y en esto, planteó Meini, ha sido fundamental  la visión de enfrentar los desafíos ambientales de manera integrada.

Y en esto, agregó, la economía circular ha mostrado también un aspecto interesante en la disminución de una producción centralizada para ir generando mucho más trabajo local a lo largo de la cadena de valor, a través de los servicios de mantenimiento, reparación y servicios. “El COVID-19 está empujando más aún en esta dirección, porque ha mostrado de forma más clara la importancia de la resiliencia”, agregó.

Enel, dijo, ha empezado a trabajar con fuerza en economía circular desde hace cinco años, entre otros aspectos por disminución de riesgos, reutilización de materiales y enfoque en la innovación. “El enfoque de economía circular empuja a trabajar aún más en la innovación, no solo tecnológica sino de todo lo que hacemos. A esto se suma que los beneficios ambientales son muy claros, así como el impacto social positivo”, afirmó.

El objetivo de la empresa, agregó Meini, es tener bajos niveles de emisiones a 2030 y estar completamente descarbonizados a 2050, y para ello han desarrollado una estrategia de economía circular a través de toda su cadena de valor, incluidos sus proveedores.

“Estamos rediseñando nuestras principales cadenas de valor, las baterías, lo fotovoltaico, eólico, los medidores inteligentes, que son las tecnologías que tendrán un desarrollo muy fuerte en los próximos años y creemos que puede ser un motor muy fuerte en la transición hacia la economía circular. A través de Enel X estamos rediseñando productos y servicios para nuestros clientes, y estamos muy enfocados en las ciudades del mañana, donde también vemos un potencial muy fuerte en economía circular. Y estamos también trabajando mucho en la creación de conocimiento, publicamos nuestro know how y lo que hemos aprendido junto a otras empresas, porque el tema de economía circular es aún bastante nuevo y es importante que se cree una conciencia y discusión en esta materia”, afirmó.

En este avance, dijo Luca Meini, tendrá una gran relevancia la legislación en esta materia, “porque la economía circular va a cambiar todo el modelo económico, y así también los aspectos legislativos y regulatorios van a ser fundamentales. Hay varios habilitadores también, como la innovación, la métrica y la cultura que serán fundamentales para que todos comprendan esta transición”.

Ventajas para las pymes en la economía circular

¿Qué rol tendrán las pymes en esta transición? Según plantea Calleja, aquí no se habla sólo de grandes empresas o de las áreas de mayor tecnología, sino que la circularidad beneficiará a todas las empresas. “Las pymes van a ser más eficientes y más rentables; si reciclan más, si reutilizan más, si diseñan mejor sus productos, van a reducir sus gastos en energía y procesos, y van a tener mayor clientela porque cada vez hay mayor interés en los llamados productos y servicios verdes”, afirmó.

Además, dijo, se van a beneficiar de la innovación y de la creación de un círculo virtuoso con una importante dimensión social ya que implica nuevos empleos, técnicas y capacitaciones. Para ello, Europa está generando una serie de programas para facilitar la inversión y financiamiento de proyectos innovadores en las pymes. “Ahora, con el COVID-19, queremos poner la digitalización y la economía circular como los dos grandes ejes de la estrategia europea. Todas las pymes que presenten proyectos en estos ámbitos van a tener una financiación”, afirmó Calleja.

Lo que se busca, agregó, es que las empresas -independientemente de su tamaño- puedan todas contribuir. “Yo creo que las grandes vencedoras de la economía circular pueden ser las medianas y pequeñas empresas, porque son las más flexibles, porque tienen oportunidades innovadoras, porque pueden desarrollar nuevas ideas”, planteó Calleja. Para esto habrá apoyo de la Unión Europea, agregó, “trabajando también con nuestros corresponsales extranjeros, y en Chile en concreto con Eurochile, que facilita la colaboración entre empresas europeas y empresas chilenas”.

Al respecto, Luca Meini agregó que Enel también tiene una serie de iniciativas de apoyo a las pymes, y entre ellas el programa circular “tiene en sí mismo un soporte porque va a capacitar a los proveedores en la medición de lo que hacen. En las licitaciones se va a reconocer un valor más alto a los proveedores circulares, y está el tema de co-diseño y colaboración con ellos para trabajar en conjunto los productos”.

A ello se suman iniciativas específicas de capacitación y soporte para los colaboradores más virtuosos. “Estamos muy enfocados en este tema, y la respuesta de los proveedores es bastante buena porque hoy es más clara la conciencia de que esa es la dirección hacia la cual ir, y hacerlo con Enel es una oportunidad para los proveedores porque el grupo ha sido uno de los primeros en moverse hacia estos nuevos modelos de negocios”.

Christophe Duquenne, de TerraNIS Chile: “Queremos entregar herramientas de agricultura de precisión a cooperativas y productores que aún no acceden a este tipo de datos”

El año 2016 la empresa TerraNIS, innovadora pyme francesa especializada en el diseño, desarrollo y comercialización de servicios de geoinformación a partir de imágenes satelitales y de drones, inició sus primeras prospecciones en Chile atraída por la gran cantidad de hectáreas de viñas del país, así como su estabilidad económica y social.

Esto porque la compañía creada tres años antes por Marc Tondriaux y David Hello, ambos con más de 25 años de experiencia en aplicaciones espaciales adquiridas en el grupo Airbus, tiene su principal foco de trabajo en los ámbitos de la agricultura, el medio ambiente y la gestión de territorios. Esto llevó a que en 2017 Tondriaux participó de varias misiones a Chile y comenzó a generar contactos comerciales, lo que fue acrecentando su interés por instalarse en nuestro país.

Ese mismo año llegó la primera representación comercial, pero el proceso de instalación en el país se terminó de concretar formalmente en marzo de este año, cuando TerraNIS se constituyó oficialmente como una empresa chilena. Como parte de la red de centros de enlace e información de Copernicus, del que también participa Eurochile, ambas entidades han generado un contacto estrecho y TerraNIS participa activamente de los seminarios, ruedas de negocios y talleres que realiza la Fundación.

En esta entrevista Christophe Duquenne, responsable comercial de TerraNIS Chile, conversa con Eurochile sobre las oportunidades que se abren en el país en esta nueva etapa, así como en las perspectivas de colaboración conjunta con la Fundación para nuevos proyectos.

Terranis lleva más de tres años operando en Chile ¿Por qué les interesó trabajar en nuestro país, y cuáles son las principales oportunidades que ven para el desarrollo de su empresa?

Con sus 150 mil hectáreas de viñas y estabilidad económica, Chile parecía un mercado ideal para probar nuestros productos en 2017. Ahora ya tenemos clientes y experiencia en este mercado, no solamente en temas de agricultura de precisión sino que en gestión del territorio con servicios para zonas forestales y mapas de ocupación de suelo, por ejemplo. Además, Chile está al lado de Argentina, que cuenta con una impresionante superficie de viñas; y de Perú, con el sector de la agricultura en pleno desarrollo.

¿En qué áreas se encuentran trabajando principalmente hoy, cuáles son sus principales proyectos y con qué tipo de servicios?

En Chile hemos diversificado nuestros servicios para la agricultura con distintos servicios: seguimiento del crecimiento de los cultivos y detección de anomalías (Pixaigri y CropEO), optimización de la fertilización en nitrógeno (Fertisat) y del riego (con Wago). También ofrecemos servicios específicos para la gestión de zonas forestales, ocupación de suelos, la vegetación y el arbolado urbano (Greencity), zonas de calor en ciudades, gestión y planificación urbana y territorios agrícolas. Acabamos de cerrar un proyecto junto con el CIREN sobre estudios de incendios y los impactos en la provincia de Concepción. Nos interesa llevar más proyectos en colaboración con entidades locales en el futuro.

¿Por qué decidieron constituirse formalmente en Chile, qué ventajas tiene ello y cuáles son los objetivos de largo plazo que se están planteando?

Las oportunidades de negocio y el clima económico del país nos parecían ideales para exportar nuestros servicios a este nuevo mercado. Además, desde Chile podremos alcanzar otros mercados como Argentina, que cuenta con una gran superficie de viñas. Pero también Perú, Brasil y Ecuador, que presentan oportunidades de desarrollo de la agricultura de precisión. Lo mismo con Colombia. En estos más de 3 años de presencia en Chile, validamos la idea inicial del potencial de hacer negocios en el país con la creación de la sucursal TerraNIS Chile SpA. A largo plazo, además de ampliarnos en estos países, queremos desarrollarnos aún más en Chile en los tres sectores de actividad –agricultura, viticultura y medioambiente–, encontrar distribuidores para nuestros servicios agrícolas e involucrarnos en otros proyectos para nuestras actividades de I+D con colaboradores chilenos.

¿Qué rol tiene hoy la georeferenciación en la agricultura, por qué es tan importante su aplicación?

La agricultura se está adaptando al clima económico y climático actual en el cual el productor tiene que optimizar los tiempos, los recursos y tener datos confiables para tomar las mejores decisiones. La agricultura de precisión brinda herramientas y datos al agricultor o empresa para que pueda optimizar sus procesos, enfrentar y anticipar los futuros desafíos del sector agrícola.

¿Cómo se traduce esto en un avance hacia una agricutura más eficiente y sostenible?

Un ejemplo concreto es nuestro servicio Oenoview, con cual una viña puede ahorrar hasta un 30% en fertilizantes, cuidando el medio ambiente y al mismo tiempo ahorrando tiempo y dinero. De la misma forma, Wago permite optimizar el riego de los cultivos, Fertisat el uso de abonos en cultivos extensivos, y con CropEO detectar con antelación problemas de crecimiento del cultivo.

¿Cuáles son las ventajas comparativas de Chile para implementar a gran escala este tipo de proyectos de georeferenciación en la agricultura?

Chile tiene un gran potencial vitivinícola y agrícola. La gestión de los espacios naturales es también de importancia. Los efectos del cambio climático dan la necesidad de adaptarse y optimizar los recursos. Queremos acompañar estos cambios con herramientas simples de soporte para adaptarse a estos cambios de la mejor manera posible.

¿Está pensado trabajar en transferencia tecnológica, o en el desarrollo conjunto de tecnología en el país con algunas instituciones nacionales?

¡Sí! De hecho acabamos de terminar un proyecto sobre los incendios forestales de 2017 en la Provincia de Concepción con el CIREN donde estudiamos las superficies quemadas, la ocupación del suelo de estas áreas, la severidad localizada del incendio, incluyendo un monitoreo de la vegetación pos incendio. Estamos viendo otras futuras potenciales posibilidades de proyectos similares con la CONAF y el Ministerio del Medio Ambiente, por ejemplo.

Ustedes, al igual que Eurochile, son parte de la red de centros de enlace e información de Copernicus. ¿Qué importancia tiene esta red en el trabajo que realizan, cuáles son sus principales ventajas?

Esto nos posiciona como punto de referencia para ilustrar de manera muy concreta el uso de datos geoespaciales Copernicus y ayudar a la difusión regional de estos. Para nosotros es importante destacar que hemos desarrollado muchos servicios en base a datos Copernicus, específicamente datos satelitales Sentinel, y así demostrar aplicaciones operacionales y comerciales en base a estos.  Nos dio la oportunidad de exponer y presentar en varios eventos como seminarios, ferias tecnológicas y conferencias.

¿Cómo se potenciará el trabajo conjunto con Eurochile ahora que están instalados formalmente en el país? ¿Qué proyectos conjuntos se podrían trabajar desde ahora?

Se busca de manera activa poder trabajar en conjunto sobre proyectos de transferencia tecnológica en el sector agrícola por ejemplo, sea postulando a fondos o mediante financiamiento privado. Queremos lograr entregar herramientas de agricultura de precisión a cooperativas y productores que aún no tienen acceso a este tipo de datos para optimizar sus procesos y  recursos, y ser más competitivo. En el área del turismo también buscamos oportunidades de colaboración, donde el procesamiento de imágenes satelitales puede aportar información acerca del impacto del cambio climático y las implicaciones sobre las actividades turísticas, por ejemplo.

La Fundación Empresarial Eurochile hace nuevo llamado a participar del matchmaking Virtual “Innovación en Medio Ambiente, Energía y Economía Circular”

La IFAT de Münich, Alemania, es la feria líder mundial de gestión del agua, residuos y materias primas, y donde expositores de todo el mundo presentan estrategias, soluciones, productos e innovaciones para el uso sostenible de los recursos. Y es también el escenario donde se realizaría un evento paralelo de la plataforma “Innovación en Medio Ambiente, Energía y Economía Circular”, de la red europea Enterprise Europe Network (EEN), que reúne a organizaciones y empresas de investigación a nivel mundial para generar contactos comerciales y de cooperación tecnológica en esta materia.

Sin embargo, la crisis por la pandemia obligó a postergar la feria este año y ante ese escenario, la entidad socia de la  EEN, Bayern Innovativ decidió convocar a un encuentro virtual, con el objetivo de ofrecer una buena oportunidad a empresas de todo el mundo para reunirse y establecer contactos a pesar de todas las restricciones de viaje.  Éste se realizó el 4-5 de mayo y reunió a más de 650 empresas e instituciones de 43 países -entre ellos Chile con 29 empresas participantes- para generar contactos comerciales y de cooperación tecnológica en áreas como economía circular, residuos y reciclaje, energía renovable, agua y eficiencia energética.

Dado el interés y la reacción positiva que generó este matchmaking entre las organizaciones y empresas de investigación a nivel mundial, la entidad organizadora decidió mantener la plataforma abierta hasta el 31 de diciembre y Eurochile, como socio exclusivo y único punto de contacto de la EEN en Chile, continuará en calidad de co- organizador de este evento con el objetivo de apoyar a más empresas chilenas a sumarse a esta iniciativa. Las empresas que ya participaron el 4-5 de mayo con reuniones virtuales, mantienen su participación activa y podrán continuar agendado reuniones hasta fin de año.

¿Cómo funciona el proceso?

A los participantes ya registrados se les enviará un correo informándoles sobre la prolongación de esta plataforma y se les invita a seguir participando y generar reuniones con pares europeos.

Las reuniones serán en modalidad flexible. La plataforma estará abierta hasta el 31 de diciembre y a los participantes se les dará la oportunidad de agendar reuniones en día y horario que estimen conveniente.

¿Qué pasa con los nuevos participantes?

Para participar, debe ingresar al siguiente link: https://international-partnering-environment-2020.b2match.io/

El participante debe completar y describir un perfil conciso y claro en inglés con el objetivo de darle visibilidad a su oferta o demanda; debe indicar quién es, de dónde y qué tipo de socio busca y para qué rubro específico. Si usted no completa el proceso de la subida de perfil, éste no aparecerá en la plataforma de matchmaking y no podrá participar.

Para más información, contactarse con Manuela Caruz mcaruz@eurochile.cl

Daniel Calleja: “Para recuperarnos de esta crisis, la circularidad tiene que convertirse en norma”

El director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, el español Daniel Calleja, tiene una experiencia de más de 30 años en la institución y ha sido testigo de gran parte de los procesos de cambio que se han llevado a cabo en ese contienente en los últimos años. Y hoy, desde su cargo, está en la primera línea de la definición de estrategias que ayuden a ese continente a enfrentar los impactos causados por la pandemia del coronavirus.

Una crisis, dice Callejas, que está cambiando al mundo y que en el caso de Europa permitirá darle un impulso mayor al giro hacia el desarrollo sostenible y la economía circular. Habla también sobre el rol que tendrá América Latina y la cooperación entre países para avanzar en esta línea. “Esperamos trabajar con Chile para promover la economía circular e impulsar aún más la transición sostenible”, afirma.

Da la impresión de que Europa ya pasó lo peor de la crisis y que comienzan a recuperarse algunos sectores de la sociedad y la economía. ¿Qué sucede hoy en ese continente?

Actualmente, la Comisión Europea está completamente movilizada para proteger la salud de los ciudadanos y abordar los efectos económicos y sociales de la crisis. Junto con los Estados miembros, estamos trabajando en estrategias de recuperación robustas y efectivas para recuperarnos de la pandemia. Europa será muy distinta después de esta crisis. La pandemia ha expuesto y exacerbado la vulnerabilidad de nuestro mundo globalizado e interconectado. Su impacto en nuestra salud, nuestras sociedades y economías es profundo y duradero. Pero este momento difícil también ofrece la oportunidad de sentar las bases para poner a la resiliencia y la sostenibilidad en el centro. En esencia, esto significa proteger mejor y recuperar nuestra naturaleza y ecosistemas, acelerando la transición a la economía circular y profundizando nuestras acciones contra el cambio climático de modo que para 2050 ya no haya emisiones netas de carbono.

¿Cuáles cree que serán los principales impactos de esta crisis en Europa y a nivel mundial?

El COVID-19 está cambiando el mundo. Los impactos económicos y sociales en todo el mundo son impresionantes, lo que implica grandes desafíos y amenaza con revertir los avances en términos de desarrollo logrados en los últimos años. La solidaridad mundial es ahora más importante que nunca. Por supuesto que la crisis de salud pública es el desafío más urgente de abordar. Pero, al mismo tiempo, los esfuerzos de la Comisión se han centrado en desarrollar una ambiciosa estrategia para promover la recuperación económica de nuestro continente. Durante una contracción, debemos concentrarnos en políticas que propicien el crecimiento y generen empleo, sin encerrarnos en las tecnologías del pasado. Necesitamos inversión en sectores que creen resiliencia, como la economía circular inteligente, la oleada de renovación y el transporte limpio, pero también en los ecosistemas y en la protección y recuperación de la biodiversidad en línea con la Estrategia sobre Biodiversidad y la próxima estrategia para los bosques.

El confinamiento nos ha ayudado a entender lo valiosa que es la naturaleza, lo importantes que son las áreas verdes en nuestras ciudades y cuanto anhelamos el aire limpio que de pronto no pudimos disfrutar. Creo que esta experiencia nos ayudará a reorientar nuestras políticas de largo plazo en Europa y en el mundo para convivir mejor con la naturaleza y como parte de ella.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó un plan para movilizar 2,4 billones de euros para la reconstrucción. ¿Cómo se distribuirán esos recursos? Entre qué sectores de la economía, por ejemplo.

El financiamiento se dividirá en tres pilares: 540.000 millones de euros para apoyar la recuperación inmediata de los Estados miembros, 1.1 billones de euros en un marco financiero plurianual ampliado para los próximos años y 750.000 millones de euros para la recuperación, estimulando la inversión para superar la crisis.

El plan de recuperación se basa en tres pilares. El primer pilar es un nuevo Mecanismo de Recuperación y Resiliencia por 560.000 millones de euros, de los cuales 310.000 millones serán para subvenciones y 250.000 millones para préstamos. Esto dará un apoyo financiero para inversiones y reformas, incluidas aquellas relacionadas con las transiciones verde y digital y la resiliencia de las economías nacionales. Estará disponible para todos los Estados miembros pero se concentrará en las áreas más necesitadas.

El segundo pilar busca movilizar recursos privados destinando una garantía presupuestaria de la UE para financiar proyectos de inversión a través del Grupo del Banco Europeo de Inversiones y los bancos de fomento nacionales, además de 15.300 millones de euros para el programa InvestEU. El Instrumento de Apoyo a la Solvencia movilizará recursos privados para apoyar a las empresas de los sectores más afectados, preparándolas para un futuro más limpio, digital y resiliente. Además del Mecanismo de Inversión Estratégica para estimular la resiliencia de sectores estratégicos, especialmente aquellos vinculados con las transiciones verde y digital, además de cadenas de valor clave en el mercado interior.

El tercer pilar se concentra en el nuevo programa UE por la Salud (EU4Health, en inglés), el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, rescEU y el refuerzo de Horizonte Europa para financiar investigación indispensable en salud, resiliencia y las transiciones verde y digital.

¿Cómo se llevará a cabo esta reconstrucción? ¿De rol tendrán el Pacto Verde Europeo y el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular, que estarán a la vanguardia de la situación post COVID-19?

El Paquete de Recuperación adoptado por la Comisión refuerza la posición del Pacto Verde Europeo como la estrategia de crecimiento de Europa. Una vez que salgamos de la crisis inmediata, sus propuestas jugarán un papel central en los esfuerzos de recuperación de la UE y para lograr una recuperación justa, sostenible y rápida y, finalmente, una transición justa y equitativa que no deje a nadie atrás.

Para lograrlo, necesitaremos mayor circularidad en los sectores más importantes, como la construcción, energías renovables, químicos, textiles, turismo y agricultura. Es por eso que el Plan de Recuperación de la UE insiste fuertemente en el rol de la economía circular y la economía verde para relanzar la economía, crear nuevos empleos y reducir la dependencia de la UE de proveedores externos.

Se habla de hacer en tres o cuatro años lo que en circunstancias normales tomaría entre 15 y 20. ¿Es posible acelerarlo tanto? Porque requiere de recursos que probablemente no estén disponibles hoy.

Solo entre 2012 y 2018 la cantidad de empleos vinculados a la economía circular en la UE crecieron un 5%, llegando a unos 4 millones. Esto demuestra el impacto que las medidas para promover la economía circular pueden tener, incluso en un período de tiempo relativamente corto. Para lograr una verdadera economía circular, se debe abordar el ciclo de vida completo de los productos y es por eso que el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular (CEAP, en inglés) anuncia iniciativas para el ciclo de vida completo de los productos, desde su diseño y fabricación hasta el consumo, reparación, reutilización, reciclaje y el reingreso de los recursos a la economía. Se trata también de una cuestión de impulso y de masa crítica. Cuando logras realmente cerrar el círculo, se crea un círculo virtuoso que se vuelve autosostenible. Ese es el objetivo a largo plazo, pero que puede lograrse bastante rápido en las circunstancias adecuadas, como vemos en los parques industriales de economía circular, que se están haciendo cada vez más comunes.

En enero usted planteó que el Pacto Verde es la respuesta no solo a los desafíos climáticos y medioambientales, sino también a los desafíos sociales relacionados. ¿Cuál es la dimensión de esas palabras en tiempos de reconstrucción económica y social?

Muchas personas, regiones y sectores afectados fuertemente por la crisis tendrán que hacer un cambio aún mayor que la mayoría. Por eso la Comisión propone fortalecer el Fondo de Transición Justa con 32.500 millones de euros adicionales para paliar los impactos socioeconómicos de la transición.

“Hacerse más verde” es bueno para el planeta pero en realidad lo hacemos por los ciudadanos y por nuestro propio bienestar. No hay duda sobre los beneficios generados por la transición a una economía circular. El marco de seguimiento que adoptamos como parte del primer plan de acción nos revela que en 2017 los sectores relevantes para la economía circular ya empleaban a unos 3,5 millones de trabajadores. Este ha abierto nuevas oportunidades de negocio, ha fomentado nuevos modelos de negocio y desarrollado nuevos mercados, tanto dentro como fuera de la UE. En 2017, actividades circulares como la reparación, reutilización y reciclaje generaron más de 128 mil millones de euros en valor agregado y representaron además unos 15 mil millones de euros en inversiones.

Pero no se trata solo de cifras. Se trata del tipo de futuro que queremos. El futuro que los ciudadanos quieren. Y me parece muy claro que, a raíz de esta crisis, los ciudadanos apoyarán todo aquello que conduzca a una mayor sostenibilidad. Porque obviamente esto va en su propio beneficio, a corto y largo plazo.

¿Cuáles serán los primeros elementos de una recuperación verde?

En línea con el Pacto Verde, nos embarcaremos rápidamente en una serie de iniciativas, como por ejemplo:

– Una oleada de renovación que creará empleos en el sector de la construcción, reducirá la pobreza energética y ofrecerá condiciones de vida más saludables a los ciudadanos de la UE.

– La inversión en tecnologías y cadenas de valor limpias se logrará a través de financiamiento adicional para nuestro programa de investigación Horizonte Europa y el nuevo Mecanismo de Inversión Estratégica, que invertirá en tecnologías clave para la transición hacía una energía limpia, como las tecnologías de energías renovables y de almacenamiento de energía, hidrógeno limpio, baterías, captura y almacenamiento de carbono e infraestructura de energías sostenibles.

– El foco en la aceleración de la producción e implantación de vehículos y embarcaciones sostenibles y combustibles alternativos incluye la instalación de un millón de puntos de carga, renovaciones de flota limpias, infraestructura de transporte sostenible y un cambio hacia una movilidad urbana limpia que será apoyado por fondos como el Mecanismo “Conectar Europa” e InvestEU.

¿Cómo se traducirá esto concretamente en economía circular?

Para recuperarnos de esta crisis, la circularidad debe convertirse en la norma. Estamos trabajando para asegurar que aprovechemos al máximo nuestras oportunidades. El Plan de Recuperación de la UE insiste fuertemente en el rol de la economía circular y la economía verde para relanzar la economía, crear nuevos empleos y reducir la dependencia de la UE de proveedores externos.

Nuestro nuevo Plan de Acción para la Economía Circular nos ayudará a mantener el consumo de recursos dentro de los límites planetarios, a reducir nuestra huella de consumo y a duplicar las tasas de utilización del material circular en la próxima década. Los productos que lleguen al mercado de la UE deberán estar diseñados para durar, ser fáciles de reparar y utilizar más materiales reciclados. Si nuestros teléfonos inteligentes duraran solo un año más, en términos de emisiones de carbono eso equivaldría a retirar un millón de vehículos de las calles.

Las 35 iniciativas incluidas en el Plan de Acción buscan que la elaboración de productos, servicios y modelos de negocio sostenibles sean la norma y no la excepción. El plan también aborda las cadenas de valor de productos clave y promueve la circularidad y la retención de valor a lo largo de toda la cadena de producción.

Esto requerirá un gran apoyo de los gobiernos y los ciudadanos, pero también de las empresas y las industrias. ¿Existe un consenso, una convicción entre todos los actores de que este es el camino?

Tenemos todas las señales de que existe tal consenso. Al presentar nuestro plan de recuperación al Parlamento Europeo, la presidenta Von der Leyen reafirmó que tenemos que “fortalecer nuestras economías centrándonos en nuestras prioridades comunes, como el Pacto Verde Europeo, la digitalización y la resiliencia.”

Ya en marzo, los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la UE subrayaron que debemos empezar a preparar las medidas necesarias para volver al funcionamiento normal de nuestras sociedades y economías y al crecimiento sostenible, integrando la transición verde y la transformación digital, aprendiendo además las lecciones de la crisis. A principios de abril, los ministros de Medio Ambiente de 17 Estados miembros pidieron a la Comisión en una carta abierta que “utilizara el Pacto Verde Europeo como marco para este ejercicio (los debates sobre los escenarios EUCO) y así mantener el impulso implementando sus iniciativas.”

Otro ejemplo es la alianza de 180 políticos, líderes empresariales, eurodiputados y activistas medioambientales europeos que en una carta abierta del 14 de abril pidieron un “relanzamiento y reimpulso de nuestra economía para un futuro sostenible”.

El apoyo existe y no me sorprende. ¡Las ventajas son reales!

¿Cómo ve la situación en América Latina, y su relación con Europa en esta materia?

América Latina es un socio clave para la UE, que tiene una importancia estratégica creciente en temas medioambientales y climáticos globales. Un ejemplo reciente de buena cooperación fue la COP25, presidida por Chile en diciembre de 2019 en Madrid. Organizamos conjuntamente exitosos eventos paralelos sobre economía circular, con Eurochile en particular, y también con jóvenes y ciudadanos, donde el vicepresidente ejecutivo Timmermans lanzó el Pacto Verde Europeo.

El Pacto menciona explícitamente la importancia de las relaciones con América Latina y prevé movilizar todas las herramientas diplomáticas y financieras de la UE para garantizar que las políticas verdes jueguen un papel clave en nuestras relaciones con la región. Con este nuevo impulso, la UE y América Latina deben seguir trabajando conjuntamente para abordar desafíos medioambientales mundiales, fortaleciendo nuestra cooperación bilateral y también cooperando en los foros multilaterales pertinentes.

En un escenario de recuperación verde, esto debería ser global para ser efectivo. ¿Cómo se mantendrá el apoyo europeo a la economía circular en América Latina? ¿Qué papel jugarán los organismos de financiamiento?

Ningún país o región que actúe solo logrará la transformación mundial. Se trata de cooperar. En Europa tratamos de liderar con el ejemplo y trabajar con otros para promover una transición verde mundial como un elemento esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París. La UE utiliza sus herramientas diplomáticas y financieras para garantizar que las alianzas verdes sean parte de sus relaciones con África y otros países y regiones socios, incluida América Latina. También profundizaremos nuestras asociaciones internacionales y seguiremos facilitando nuestra experiencia y recursos financieros, además de fondos públicos y privados, como parte de nuestra significativa cooperación al desarrollo.

Los elementos climáticos serán fundamentales. La propuesta de la Comisión para un Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional propone destinar un 25% de su presupuesto a objetivos vinculados con el clima. La Comisión también apoyará el compromiso asumido por recursos financieros públicos de los países para mejorar el clima de inversión y lograr el aporte del sector privado. Este trabajo deberá ir acompañado de oportunidades para reducir el riesgo de inversiones en desarrollo sostenible a través de herramientas como garantías de financiamiento y financiamiento combinado.

En áreas clave como la economía circular, la Comisión ha propuesto lanzar una Alianza Global por la Economía Circular para identificar brechas de conocimiento y gobernabilidad en el avance hacia una economía circular global y llevar a cabo iniciativas asociativas, incluso con las principales economías. Ahora estamos en proceso de elaborar con mayor detalle los objetivos y acciones de la alianza. En lo que respecta a sus miembros, estamos mirando a aquellos países que están interesados en promover en los foros multilaterales la transición mundial hacia una economía climáticamente neutra, eficiente en el uso de los recursos y circular. Chile podría ser uno de esos países.

Chile está trabajando en su hoja de ruta para la economía circular, un trabajo liderado por Eurochile y que está muy vinculado a la experiencia europea en esta área. ¿Qué tan importante es hoy este trabajo? ¿Dónde debería ponerse el énfasis?

Me alegra mucho escuchar eso porque yo encabecé la primera Misión de Economía Circular de la UE a Santiago de Chile en 2016. Desde entonces, ha habido varios intercambios técnicos y acciones de seguimiento para intensificar el intercambio de experiencias sobre economía circular, en línea con el Acuerdo de Cooperación Ambiental firmado en 2016, y mis servicios participaron en uno de los talleres para diseñar esta hoja de ruta. La regla de oro es asegurar que se aborde todo el ciclo de vida, desde el diseño y la fabricación hasta el uso y reciclaje. Si se descuida un elemento, el todo no puede funcionar. Se debe cerrar el círculo. Y, por supuesto, hay que generar apoyo dentro de la sociedad. No puede simplemente imponerse y esperar que todo salga bien. ¡La base de la circularidad es construir puentes! Tenemos muchas ganas de trabajar con Chile para promover la economía circular y profundizar la transición sostenible.

Finalmente, ¿es la economía circular el camino hacia un nuevo tipo de desarrollo? ¿Qué podría significar esto para Chile?

Promover una economía más circular se opone por completo al antiguo modelo lineal “tomar-producir-desechar”, que ya no es viable. Los beneficios de la circularidad derivan de retener mayor valor de los materiales, energía y productos en nuestras economías a través del análisis de todas las fases del ciclo de vida.

Esto implica muchas oportunidades para mejorar el bienestar de nuestros ciudadanos y desarrollar nuevos modelos de negocio, al mismo tiempo que se desacoplan estas actividades del uso de recursos naturales. La transición hacia una economía más circular, donde el valor de los productos, materiales y recursos se mantenga el mayor tiempo posible y se minimice la generación de desechos, es un aporte esencial para el desarrollo de una economía competitiva, sostenible, climáticamente neutra y eficiente en el uso de los recursos. Una economía circular ayuda a crear nuevas oportunidades de negocio a través de métodos de producción innovadores y más eficientes. Se crearán empleos locales para cualificaciones de todos los niveles, con oportunidades para la integración social.

Creo que la economía circular ofrece a países como Chile una gran oportunidad para seguir avanzando. En mi opinión, no hay otra alternativa. El futuro será circular. Si queremos responder con éxito a estos desafíos, no me cabe duda de que aquellos que avancen decididamente en esta dirección tendrá la ventaja del pionero. En esta área, Chile puede liderar los esfuerzos de América Latina. Eso solo puede traerle beneficios.

19 empresas e instituciones chilenas se suman a la plataforma virtual del Plant InterCluster Network

A menos de una semana de que se inicie este encuentro virtual, ya son 19 empresas e instituciones chilenas las que se han inscrito para participar en el evento cluster más importante en la industria de producción de plantas en Europa, que se llevará a cabo entre los días 22-26 de junio.

Representantes de la academia (Pontificia Universidad Católica y Universidad de la Frontera), del Consorcio de Viveros de Chile, la Camchal y el INIA, son algunas de las entidades chilenas que participarán de este importante encuentro de negocios.

Esta rueda virtual es una iniciativa de la Enterprise Europe Network (EEN) junto Vegepolys Valley, y la Fundación Empresarial Eurochile, único socio en Chile de esta red y co-organizador del evento, invita a sumarse a este encuentro que tiene como objetivo fomentar la innovación en la producción de plantas y crear una estrategia común para facilitar el desarrollo internacional de los grupos de plantas y sus miembros.

Plant InterCluster Network 2020 ofrece una diversidad actividades durante la semana a través de esta plataforma con el objetivo de mantenerse al día con las últimas convocatorias de propuestas europeas en los programas H2020, COSME; mostrar su know-how- experiencia- tecnología o producto; encontrar la tecnología adecuada- I + D y socios comerciales; compartir y promover sus proyectos e ideas; relacionarse con empresas regionales y mantenerse al día con los últimos avances en el campo de la mejora de cultivos

¿Cómo sumarse?

 Las inscripciones están abiertas hasta el 25 de junio 2020. Para registrarse y participar en esta plataforma, debe ingresar al siguiente link: https://picweek-2020.b2match.io/

Jesús Rojo, de madri+d: “La sostenibilidad va a ser el motor económico de la próxima década, el que quiera trabajar con la UE tendrá que focalizarse en un modelo económico verde”

La fundación española madri+d se define como un lugar para la educación, la ciencia y la innovación, como elementos clave de la competitividad y el bienestar de los ciudadanos. Y para avanzar en ese objetivo, lleva 16 años trabajando con la totalidad de las universidades y organismos públicos de investigación de la Comunidad de Madrid, así como con empresas y emprendedores de base tecnológica para contribuir a la articulación de un ecosistema innovador basado en el conocimiento eficiente e integrado en la Unión Europea.

Hoy, como gran parte de las entidades europeas, y del mundo, madri+d enfrenta el difícil trabajo de mantener sus operaciones en el escenario actual, y al mismo tiempo colaborar con el desafío de encontrar e implementar soluciones que ayuden al combate de la pandemia. Entre ellas, desde la plataforma internacional “Care & Industry together against CORONA, de la que también forma parte Fundación Empresarial Eurochile con el objetivo de incorporar a empresas, organizaciones y emprendimientos chilenos a una red internacional con base en la Unión Europea para esta tarea.

Para conocer cómo han enfrentado este escenario, y aprender de lo que ya se ha adelantado en esta materia en Europa, conversamos con Jesús Rojo González, jefe del Área de Transferencia de Tecnología y Programas Europeos de la Fundación para el Conocimiento madri+d, desde como lo han hecho para mantener sus operaciones hasta como se están abordando desafíos más globales y de mediano plazo.

¿Qué medidas han adoptado como organización para mantenerse en funcionamiento?

Varios días antes de que se declarara el Estado de Alarma en España, desde la Fundación para el Conocimiento madri+d ya se pusieron en marcha medidas para la implementación del teletrabajo en condiciones óptimas. En primer lugar, se dotó a todo el personal de un portátil plenamente funcional para poder conectarnos desde casa. Desde gerencia se han facilitado pantallas de ordenador y wifis portátiles a todo el personal que lo necesitara. Todo el personal de la Fundación tiene acceso a través de VPN a los servidores de trabajo. Como herramientas de teletrabajo, desde el primer momento se han habilitado perfiles profesionales de Microsoft Teams y Zoom para que se pudieran llevar a cabo todas las reuniones y actividades presenciales programadas, pero de una forma cómoda y virtual.

Gracias a esto, se ha podido seguir adelante con el plan de reuniones, comités de evaluación, plenos de seguimiento, programas formativos, ruedas de negocios, sin necesidad de hacer grandes modificaciones en las agendas.

¿Qué medidas se han adoptado para garantizar el bienestar de sus trabajadores?

Como hemos comentado, desde la gerencia y la dirección de la Fundación siempre se ha ido un paso por delante, facilitando en todo momento a aquellos trabajadores de más riesgo o que tuvieran más problemas para conciliar vida familiar y laboral en este periodo de pandemia, todos los medios y la flexibilidad necesarias para garantizar una salud óptima. Hace unas semanas se procedió a subvencionar el test de anticuerpos a todo el personal de la Fundación como medida de toma de decisiones para el plan de desescalada cuando se pueda volver a la oficina. Todo el equipo de la Fundación ha recibido una formación específica sobre riesgos laborales en relación con la COVID-19.

Además, semanalmente se organiza una videollamada grupal con todo el personal de madri+d donde se comparte la situación de cada uno, así como los avances y novedades desde la dirección de la Fundación. Esto hace que todo el personal se sienta totalmente respaldado y apoyado, y con contacto directo entre nosotros.

Actualmente la Fundación está trabajando para adaptar nuestras instalaciones a las nuevas medidas de seguridad decretadas por el Gobierno de España. Esto conlleva un esfuerzo personal y económico grande que desde madri+d se está asumiendo sin miramientos, ya que la prioridad es garantizar la salud de todos. Reorganización de espacios, nuevos filtros de aire, mamparas protectoras, disponibilidad de geles hidroalcohólicos en todos los puestos de trabajo, y la continuidad del teletrabajo, son solo algunas de las consideraciones que ya se están poniendo en marcha para garantizar una vuelta segura a la nueva normalidad.

¿Cómo han mantenido la relación con sus stakeholders y el avance de los proyectos que estaban desarrollando? ¿Siguen adelante con todos ellos?

Gracias a la implementación del teletrabajo y a las herramientas y medidas puestas en marcha por madri+d, nosotros hemos podido seguir adelante con nuestras labores con total normalidad. De hecho, hemos notado que gracias a la realización virtual de los eventos, en el caso de las ruedas de negocios, nuestros clientes madrileños están inscribiéndose en mayor medida a eventos internacionales. Cuando estos mismos eventos eran presenciales, muchas veces no conseguíamos la tracción necesaria para que nuestros clientes se desplazaran a la feria en cuestión, perdiendo oportunidades a la hora de reportar éxitos dentro de nuestras acciones. Ahora, gracias al ahorro en tiempo y dinero que supone la virtualización de conferencias y ruedas de negocios, en algunos proyectos estamos notando incluso mejoría en los resultados.

En relación a nuestros principales stakeholders, como pueden ser la Comunidad de Madrid, La Oficina Europea del Ministerio de Ciencia e Innovación o el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial del Ministerio de Industria, todos ellos han optado por el teletrabajo y por reagendar virtualmente los eventos que tenían previstos para los próximos meses. En muchos de ellos participamos dando ponencias como Fundación, bien desde la perspectiva del Punto Nacional de Contacto de las Acciones Marie Curie, o bien como coordinadores de la Red Enterprise Europe Network en Madrid.

A nivel Europeo, la tendencia ha sido la misma. Desde la Comisión Europea se han trasladado a formato virtual todas las acciones y reuniones programadas para todo el año 2020, e incluso se ha incrementado el número de webinars formativos. Todo esto hace que, en muchas de nuestras áreas de influencia, la carga de trabajo se haya incrementado notablemente como consecuencia de esta nueva situación.

¿A qué áreas se ha reorientado su trabajo en los últimos meses debido a la pandemia por el Covid-19, para apoyar el combate al virus?

Nuestras actividades centrales se mantienen constantes, abordando una gran variedad de temas como el medioambiente, la sostenibilidad, implementación de nuevos materiales, la investigación en defensa y espacio, energía, y por supuesto, salud. Es en este último campo donde, lógicamente, ha habido una mayor proliferación de nuevas iniciativas y donde, desde marzo, se han estado dedicando muchos recursos de la Fundación. En concreto, nos gustaría destacar dos iniciativas: el hackathon regional #vencealvirus, y  la plataforma internacional “Care&Industry together against Corona”, donde colaboramos con Chile, entre otros países.

El hackathon #vencealvirus, organizado por la Comunidad de Madrid, tuvo lugar los días 4 y 5 de abril y participaron más de 8.000 investigadores, empresarios, emprendedores y estudiantes, para generar nuevas ideas en la lucha contra el COVID-19. Centrados en tres retos principales (salud, comunidad y trabajo e industria), se presentaron más de 750 proyectos, de los cuales más de 240 pasaron la primera fase y 100 llegaron a segunda fase. Finalmente, se seleccionaron 20 proyectos ganadores a los que ya se les está dando apoyo desde la Fundación madri+d para que puedan empezar a funcionar en los próximos meses. Este hackathon es el inicio de la futura Plataforma de Innovación Abierta de la Comunidad de Madrid que se lanzará a inicios de 2021. El objetivo de la plataforma es generar un espacio donde se favorezca el libre intercambio de ideas y conocimientos integrando elementos muy diferentes del ecosistema innovador de la Comunidad de Madrid que puedan encontrar sinergias en base a desafíos compartidos, y donde se puedan plantear desafío que actúen como catalizadores de ideas, poniendo a trabajar distintos equipos de personas alrededor de objetivos comunes.

En relación a la plataforma internacional “Care & Industry together against CORONA” se trata de un espacio de intercambio con opción para mantener reuniones virtuales que estará abierto, de momento, hasta finales del año 2020. Tanto empresas como hospitales, residencias de ancianos u otros actores que estén involucrados en la crisis del COVID-19, pueden subir sus demandas u ofertas de servicios o productos a esta plataforma gratuita. Actualmente ya hay 1.574 oportunidades de colaboración provenientes de 727 participantes de 36 países diferentes. De la Comunidad de Madrid tenemos ya registrados y validados a 144 participantes. Desde la Fundación somos los coordinadores españoles de esta iniciativa y nos encontramos dentro del equipo de gestión a nivel internacional, directamente en contacto con la Comisión Europea para una gestión coordinada de las actividades.

¿Qué rol tendrá la I+D en este ámbito, y por qué es importante la colaboración entre todos los actores?

El gran activo de la Fundación madri+d es el trabajo en red, cooperando con todos los agentes del sistema regional de educación, ciencia, tecnología e innovación. En nuestro ADN está el contribuir al progreso y bienestar de los ciudadanos a través del fomento de estas cuatro disciplinas, por lo que para nosotros el rol de I+D+i es, ha sido y será el pilar principal para lograr superar las adversidades de esta crisis y prepararnos para las que vendrán a futuro. En la actual situación causada por el coronavirus se ha plasmado claramente que en aquellos países donde la I+D+i ya tenía un tejido fuerte, han sabido dar respuestas más rápidas y contundentes al virus. Además, tanto a nivel nacional como internacional, se están movilizando fondos extraordinarios para investigar directamente en COVID-19. La conclusión está clara: el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria que ha derivado en una crisis a nivel social, económico, político, ambiental. Debemos fortalecer nuestros sistemas de I+D+i si queremos ser competitivos y salir pronto y con garantías de éxito en todas las dimensiones que están viéndose afectadas por la pandemia.

¿Cómo se está trabajando esto a nivel de Enterprise Europe Network?

Desde la Enterprise Europe Network el trabajo ha aumentado gracias a la virtualización de eventos, reuniones y conferencias. La posibilidad de mantener encuentros internacionales desde tu casa es algo que nosotros estamos viendo como positivo en todas las actividades internacionales que estamos co-organizando. Eventos como “Innovation in Environment & Energy & Circular Economy” donde la participación de Madrid no era relevante, en esta edición de 2020 que tuvo lugar a primeros de mayo, hemos contado con la presencia de más de 30 clientes. Y está siendo el denominador común en cualquier evento de cualquier temática. Además, a nivel interno de la red, las reuniones de los grupos sectoriales, que habitualmente se celebran dos veces al año, han aumentado su periodicidad, produciéndose una vez al mes en muchos casos.

En relación a nuestro programa formativo, se ha mantenido según lo agendado y no hemos tenido problemas en trasladar a versión virtual los seminarios que estaban programados en versión presencial.

La reflexión que nos viene a la cabeza es la capacidad de resiliencia tan grande que tiene una red como la Enterprise Europe Network, donde más de 4.000 personas de 65 países hemos sido capaces de adaptarnos de la noche a la mañana a una situación única, y mejorando los resultados esperados.

En Chile, Eurochile es el representante exclusivo de EEN para la región, y está convocando a distintas empresas y organizaciones a la campaña “Industria y Salud juntos contra el coronavirus” ¿Cómo ha operado esto en España, y cómo se ha trabajado en la selección de las empresas participantes en la red?

La plataforma internacional sobre coronavirus cuenta con un núcleo principal de trabajo a nivel español conformado por los miembros del grupo sectorial de salud de nuestro país: Universidad de Alicante en la Comunidad Valenciana y Murcia; Universidad de Navarra en la comunidad Foral de Navarra; FICYT en Asturias; Acciò en Cataluña y Parque Científico de Madrid y Fundación madri+d en nuestra región. A este grupo de trabajo se unen otros coorganizadores de Castilla y León, Cantabria, País Vasco y Extremadura. En la propia página web de la plataforma están publicados los términos de referencia a los que cualquier miembro de la EEN debe acudir para hacer la selección de sus empresas. Las dos cuestiones principales a tener en cuenta para que un perfil tenga éxito son que tenga una relación clara en cuanto a su trabajo con el COVID-19, y que en el Marketplace refleje un servicio, producto o colaboración específica con objetivos claros.

Para facilitar esta labor y dar soporte a todos los co-organizadores, que en la actualidad son más de 155, se ha creado el grupo de trabajo “Extra Eyes”, donde 9 de los organizadores más activos hacen un doble chequeo de la validez de los perfiles, para garantizar la máxima calidad de la información que aparece en la plataforma. La Fundación madri+d forma parte de este comité dando soporte a toda España así como a Italia, Portugal, Argentina y Chile.

¿Qué rol jugarán las pymes, el emprendimiento, en esta tarea?

La Enterprise Europe Network es la mayor red de apoyo a pymes con vocación internacional. Es cierto que estas pymes deben trabajar conjuntamente con el tejido más académico y de investigación si quieren llegar lejos, por eso desde Madrid siempre hemos ejercido de puente entre estos dos sectores. Claramente, por lo que estamos viendo en estos últimos meses, la agilidad y versatilidad de las pymes a la hora de proveer soluciones de forma rápida es admirable, lo cual puede marcar la diferencia de aquí en adelante. Además, iniciativas como el hackathon #vencealvirus han hecho salir a la luz a muchos emprendedores con soluciones reales directamente ligadas a solventar problemas derivados del coronavirus, que de otra forma hubieran quedado ocultos. El apoyo en forma de financiación y servicios a estos emprendedores y a estas pymes es fundamental en un país como España, donde el 98% del tejido industrial está conformado por pequeñas y medianas empresas. Es cierto que no debemos olvidar que la actual situación de bloqueo ha hecho que muchas de estas pymes estén ahora mismo enfrentando problemas graves de subsistencia, para los cuales se necesitan medidas de apoyo a nivel nacional para que puedan volver a hacer de la I+D+i una prioridad.

¿Cómo ve el escenario una vez que termine la crisis sanitaria, y comience la recuperación económica?

Esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto otras crisis subyacentes como la crisis medioambiental, económica, social. Hay luces y sombras en todas estas cuestiones ya que, una vez que hayamos podido controlar la pandemia, hecho que está aún en un horizonte lejano, tendremos que ver si a nivel individual, a nivel de sociedad y a nivel de políticas, hemos aprendido algo de toda esta situación.

En relación a la crisis medioambiental, claramente el planeta está mejor sin nosotros. Es decir, no podemos volver a la forma de consumir, de viajar, de explotar los recursos que veníamos ejerciendo antes del COVID. La sostenibilidad va a ser el motor económico de la próxima década, así lo ha dejado patente la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen, cuando aprobó a principios de 2020 el Pacto Verde Europeo. Los Estados Miembros y todo aquel que quiera trabajar con la UE va a tener que focalizar en un modelo económico verde y sostenible. Esta es la principal diferencia con políticas anteriores, en las que sólo se hablaba de mitigación de efectos del cambio climático. Ahora hablamos de un crecimiento verde, a nivel económico y social.

Siguiendo con estas crisis enmascaradas, la vuelta a la normalidad pondrá de manifiesto una sociedad diferente. Hemos comprobado en primera persona las bondades del teletrabajo a nivel de conciliación y a nivel de ahorro económico y ambiental. Será cuestión de tiempo que las empresas empiecen a optar por un modelo mixto entre trabajo presencial y teletrabajo, que lleve a una situación más sostenible a nivel económico y personal para todas las instituciones y trabajadores, así como a racionalizar el gasto y priorizar mejor.

Por último, todo esto no es posible sin una política que aprenda y apoye aquellas conclusiones que han salido de la época de confinamiento. El tener a la Comisión Europea enfocada en un cambio real de modelo productivo es algo que repercutirá a nivel de las economías nacionales, y que esperemos que sirva para generar marcos estratégicos donde podamos estar preparados para dar una respuesta firme a todas las futuras crisis que vendrán.

Linnet Solway: “Hay iniciativas en marcha, pero falta un ecosistema que reúna a todos los actores de la economía circular”

Tras tres reuniones y poco más de un mes de funcionamiento, el Comité Estratégico de 32 empresas, ministerios, expertos y academia -entre otros- que está apoyando la creación de una Hoja de Ruta para la economía circular en Chile empieza a generar ya de forma más concreta en la primeras líneas de trabajo, tras un primer informe de diagnóstico elaborado por Eurochile, quien lidera esta labor en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente.

Linnet Solway, directora del Área Transferencia Tecnológica y Economía Circular de Eurochile, explica que si bien este reporte muestra que en Chile existen varias iniciativas y proyectos en marcha para avanzar en la implementación de una economía circular, éstas aún se están desarrollando de forma aislada.

Por esto, agrega, “hace falta generar un ecosistema de economía circular que reúna a todos los actores de la transformación y promueva la colaboración. Además, hace falta una visión y una estrategia que de una dirección clara para la adopción de una economía circular en el país. Y eso es lo que busca generar la Hoja de Ruta”.

Esto cobra hoy mayor importancia, afirma Linnet Solway, porque aunque antes de la pandemia ya se identificaba la necesidad de avanzar hacia modelos de producción y consumo más sostenibles, “hoy con la crisis económica y social se evidencia aún más la necesidad de hacerlo velando por una transición para todos y con todos”.

El estudio muestra una serie de brechas a superar para su implementación. ¿Cuáles crees que aparecen como más relevantes, y las que hay que priorizar?

Una de las brechas prioritarias es rediseñar el sistema de gestión de residuos, ya que hoy día por su estructura, de costos sobre todo, no permite que estrategias prioritarias en una economía circular, como la reparación y el reciclaje, sean competitivas. La educación también es un aspecto clave, para que la economía circular se entienda como un modelo que va mucho más allá del reciclaje y que incluye la adopción de nuevas tecnologías, repensar los diseños y procesos e implementar nuevos modelos de negocios. Otra brecha importante es la colaboración, sobre todo entre empresas, para abordar desafíos sectoriales o precompetitivos, y para establecer simbiosis industrial y así hacer un uso más eficiente de los recursos. Otro aspecto que se debe abordar es la necesidad de tomar en cuenta las realidades territoriales en el país para la implementación de estrategias adecuadas a las condiciones locales.

¿Cómo se va a trabajar este diagnóstico inicial en el Comité Estratégico, cuáles son los primeros temas que están surgiendo en la discusión?

 

Se presentó una visión de conjunto del diagnostico en una reunión con el Comité Estratégico y se les mandó el documento para su revisión y comentarios. En general, se destacó la necesidad de profundizar ciertos aspectos, como trabajar métricas para medir la circularidad en la industria; incorporar brechas de la oferta y demanda para productos circulares, y también incentivos; la obligatoriedad de utilizar materia prima reciclada; enfoque en la población no solo como consumidor, sino también como foco de educación; e incluir una visión humana orientada a un comportamiento ético como sociedad.

¿Cuáles son las modificaciones normativas a las que se le debiera dar prioridad para ayudar al impulso de la economía circular?

Es necesario reformar el sistema de gestión de residuos actual, y también se ha destacado la falta de una normativa para organizar los esfuerzos que apuntan a la economía circular desde todos los sectores.

¿Cómo se va a desarrollar este trabajo, y qué aspectos fundamentales contendrá esta hoja de ruta, en el sentido de encaminar la adopción de la economía circular en las empresas -pequeñas, medianas y grandes- del país?

El trabajo se va a realizar muy de la mano con el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones como la Agencia de Sustentabilidad y Cambio climático y la Corfo. Además, va a involucrar a actores claves de los sectores público y privado: varios ministerios, municipalidades, asociaciones gremiales e industriales, ong’s y organizaciones representando a la sociedad civil. Nosotros vamos a acompañar, guiar y coordinar el desarrollo de un trabajo de co-creación de la hoja de ruta, a través de varias actividades participativas, reuniones, talleres, mesas de trabajo, con el objetivo de que el final de la consultoría sea en realidad el inicio del trabajo para la transición a la economía circular, y que cada actor tome la hoja de ruta como punto de partida y empiece a implementar las estrategias propuestas. Por eso es tan importante la participación del sector empresarial, ellos necesitan empoderarse del roadmap para darle la continuidad que requiere.

¿Qué puede aportar Eurochile a la discusión que se va a generar en estas mesas de trabajo, y qué puede aprender de este proceso?

Eurochile puede aportar con su amplia experiencia en las vinculaciones público-privadas y generación de redes, ya que es una de las brechas importantes que se destaca muchas veces al hablar de economía circular: la falta de colaboración y trabajo en redes. Además, por su vínculo y redes con Europa, Eurochile puede aportar conocimiento, experiencias, y casos de éxito. Parte de la misión y visión de la fundación es aportar al desarrollo productivo sustentable de Chile. Vemos que la hoja de ruta es una oportunidad tremenda para potenciar ese cambio. Se enmarca en un contexto bien específico hoy, con un Chile que está pasando por varias crisis, una social y una sanitaria y humana, que están visibilizando las fallas en nuestro sistema. La Hoja de Ruta para la Economía Circular de hoy no es la misma que se hubiese elaborada hace un año, tiene el potencial y la capacidad de ser parte de la respuesta a las crisis que estamos viviendo. Queremos utilizar las instancias de este proyecto para ayudar a los stakeholders a proyectarse a un Chile del futuro y visualizar las herramientas necesarias para dar respuesta a las crisis y generar capital social, ambiental y económico para todos, con todos.

La creación de la hoja de ruta va a ayudar a formalizar el ecosistema de la economía circular, algo en lo que Eurochile viene trabajando hace tiempo. ¿Qué avances han tenido en este sentido, en Chile y en la región?

Desde la misión de economía circular organizada por Eurochile y la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea a Chile en 2016, se ha empezado a generar una red de empresas interesadas en los conceptos de economía circular. En 2018 y 2019, con el PDT de economía circular que ejecutó Eurochile, primer proyecto de Economía Circular financiado por Corfo, se instalaron capacidades y conocimientos relacionados con economía circular en varias pymes chilenas. Dándole continuidad a ese trabajo, se formó el grupo de trabajo de economía circular conformado mayoritariamente de pymes comprometidas con la adopción de modelos de economía circular. A nivel institucional, también se generaron y apoyaron varias iniciativas para vincular instituciones chilenas con europeas.  Además, a través de las varias actividades que Eurochile ha realizado en el país y fuera de él, se ha seguido con la difusión del modelo circular para invitar a cada vez más empresas e instituciones a sumarse a esta transición y armar un ecosistema de EC.

¿Se va a integrar la economía circular a todos los proyectos y áreas de trabajo de Eurochile en el futuro?

Sí, por supuesto. Buscamos que la EC sea una línea de acción transversal que se integre en todos los proyectos que se generan y ejecutan, y en las actividades internas y externas de la fundación. Tenemos que ver la economía circular no como un aspecto más que hay que abordar en los proyectos, sino que como uno de los pilares sobre el cual desarrollamos el proyecto, junto con temas de asociatividad y cooperación con Europa. Así lo estamos trabajando hoy tanto en nuestros proyectos en ejecución, como en los proyectos que tenemos en cartera.

¿Qué importancia tiene en esto la transferencia tecnológica con Europa que ustedes pueden facilitar? ¿Se va a intensificar esta cooperación?

Sin duda muchas de las tecnologías bajas en carbono que existen hoy se han desarrollado en Europa, quienes están claramente a la vanguardia en ese ámbito. Por lo tanto, para las empresas chilenas y de la región que quieren transitar hacia la economía circular y la descarbonización, hay una oportunidad de transferencia de tecnología y de conocimiento desde Europa a América Latina. La Comisión Europea está impulsando y financiando varios proyectos para fomentar esa transferencia. Corfo también tiene varios instrumentos – centros tecnológicos, eureka, becas para pasantías – que fomenten la transferencia de conocimientos, sobre todo, desde Europa a Chile.

En Eurochile siempre se ha señalado que en esta transformación la empresa juega un rol fundamental, que esto tiene que ser una transformación empresarial. ¿Cómo se puede acelerar este cambio en las empresas?

El sector empresarial es un sector dinámico, que se puede mover rápido y que tiene alta capacidad de transformación e innovación, y por lo tanto sin duda la empresa juega un rol fundamental en la transición hacia una economía circular. Para acelerar este cambio, el Estado debe jugar un rol importante, mediante el desarrollo de normativas y regulaciones que fomenten la instalación de buenas prácticas y modelos sustentables dentro de las empresas. A través de incentivos e impuestos, el estado puede orientar las tomas de decisiones dentro de la empresa. Además, necesita entregar claridad respecto de lo que se viene para que las empresas se atrevan a invertir en tecnología, capacitación, I+D e innovación. Una vez que el marco normativo da una dirección clara al sector empresarial, lo más probable es que se produzca un cambio rápido y radical del sistema productivo. Ya hay empresas grandes y pequeñas pioneras en la implementación de la economía circular, y éstas van a poner presión al sistema en general una vez que las reglas del juego estén claras para todos.

Más allá de la hoja de ruta, ¿cuáles son las principales actividades que tendrá este año Eurochile en materia de Economía Circular?

Además de la Hoja de Ruta para la Economía Circular, estamos trabajando con el grupo de trabajo de economía circular, el cual queremos fortalecer y hacer crecer este año. También estamos trabajando en iniciativas para desarrollar una red de partes interesadas de la economía circular, a nivel de Chile y también -eventualmente- a nivel latinoamericano, para crear un ecosistema de actores para una economía circular. Y este año, si la situación mundial lo permite, también organizaremos un encuentro de economía circular donde tendremos conferencias, talleres y rondas empresariales para seguir impulsando la transición a una economía circular y fomentar el desarrollo de redes y colaboraciones entre los actores de esta transición.

 

Prepararse para un nuevo turismo

Columna de opinión de Marilú Mansilla, Asistente Técnico de Proyectos de Eurochile.

Durante el primer semestre del año 2020 la vida humana se ha visto, en sus distintos ámbitos, fuertemente afectada por la pandemia del Coronavirus (Covid – 19). En el ámbito económico, el sector Turismo ha sido uno de los sectores económicos más golpeados, y las empresas del sector ven amenazada su existencia por la baja casi total de sus ingresos, dada la cancelación de reservas y la caída del turismo tanto nacional como internacional. Esta crisis sanitaria nos demuestra que el Turismo en el futuro ya no será el mismo, que el mercado cambió, y que las necesidades y exigencias  del turista han cambiado.

Se estima que un tercio de la población mundial ha estado o se encuentra en alguna etapa de confinamiento por el virus, población que, a pesar de la recesión económica o del miedo, querrá salir a tomar nuevos aires, retomar energías o, por lo menos, salir un fin de semana fuera del lugar donde han estado por tanto tiempo confinados. En este sentido, esto es una gran oportunidad para desarrollar el turismo interno, los destinos cercanos, para turismo de proximidad y para potenciar la economía local, dado que los turistas van a preferir lugares cercanos a su lugar de residencia y querrán evitar grandes aglomeraciones.

Para ello, las empresas deberán tomar medidas sanitarias nuevas. Como se mencionó antes, el mercado cambió, los alojamientos y restaurantes deberán buscar formas de garantizar la seguridad y sanidad de sus recintos, se preferirá mayormente el transporte privado y a proveedores turísticos que tengan planes de emergencia y protocolos debidamente implementados. Las aerolíneas deberán tomar medidas de sanidad extras. Ante estos cambios en el mercado, las Pymes Chilenas necesitarán apoyo para implementar e interiorizar estas nuevas medidas o formas de trabajo en sus modelos de negocios, los cuales deberán modificar y adaptar. Además de incorporar un componente digital muy fuerte.

Ante esta situación, Europa va una temporada más adelante y lleva más tiempo gestionando la crisis del Covid-19 y preparándose para mitigar su impacto. El hecho de que ya se estén preparando para la reactivación del turismo en el verano Europeo (julio – agosto) es una gran oportunidad para observar, adaptar e implementar en Chile protocolos, planes, iniciativas y medidas que aporten a la reactivación del sector turismo. En este sentido, las redes con que cuenta la Fundación Empresarial Eurochile y sus 28 años de experiencia la convierten en un actor clave en el trabajo por retomar la senda del desarrollo del sector turismo en el país.

Esta no es la primera crisis a nivel mundial que sufre la industria turística en este siglo; la crisis del año 2008 golpeo fuerte a la industria, pero el turismo resurgió potenciado como una de las industrias con crecimiento exponencial. Eurochile ya en esa fecha ejercía un rol activo de apoyo y contribución en la mejora de la competitividad y productividad del sector, concretando proyectos tan importantes como la implementación del “Modelo de Gestión Integral de Destinos”, actuando como puente entre Europa y Chile transfiriendo conocimientos, buenas prácticas, innovaciones, tendencias, etc. en pos del apoyo constante a la industria turística.

Tenemos mucho trabajo por delante y la reactivación del turismo será lenta y bajo medidas sanitarias nuevas, bajo contextos de distanciamiento social, y un turista con menor capacidad de gasto. Es el nuevo turismo, que llegó de golpe a una industria que debe constantemente reinventarse para poder encantar a los turistas, pero que ahora por sobre todo deberá entregarles seguridad.