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Exitoso seminario internacional de Eurochile analizó el rol de la economía circular en la recuperación post COVID-19

Cerca de 400 personas de América Latina y Europa participaron del webinar organizado por la Fundación, que tuvo como expositores principales al director general de Medio Ambiente de la Comunidad Europea, Daniel Calleja, y el gerente de economía circular del Enel Holding, Luca Meini.

Publicado el 10/07/2020

Este miércoles, Fundación Empresarial Eurochile organizó un exitoso webinar internacional para analizar el rol de la economía circular en una recuperación sostenible tras la crisis del COVID-19, el que contó con cerca de 400 asistentes de Chile, Latinoamérica y Europa para escuchar las exposiciones del director general de Medio Ambiente de la Comunidad Europea, Daniel Calleja, y del gerente de economía circular del Enel Holding, Luca Meini.

En una conversación que fue moderada por el director ejecutivo de Eurochile, José Aravena, ambos ahondaron en los avances que se están desarrollando en Europa en materia de economía circular, la importancia que tendrá el Pacto Verde como eje de la recuperación, el rol del sector energía en esta tarea, y también las oportunidades que se abren para la innovación, los nuevos modelos de negocios y -en particular- para las pequeñas y medianas empresas en un desarrollo económico futuro más sostenible.

Al introducir el seminario, el presidente de Eurochile, Vicente Caruz, afirmó que nuestro país ha sido afectado en los últimos meses por una triple crisis: social, climática y la pandemia de coronavirus. “Entonces, la tarea de enfrentar una recuperación que sea sustentable a nivel ambiental, económico y social aparece como gigantesca y urgente”. Y en un escenario donde el Estado aporta cuantiosos recursos para la emergencia y estimular la actividad económica para recuperar empleos y capacidad productiva, dijo Caruz, “la manera cómo se inviertan estos recursos será clave para una recuperación con futuro de mediano y largo plazo”.

“La economía circular -agregó Caruz- aparece entonces como una herramienta fundamental para enfrentar el doble desafío de alcanzar el equilibrio ecológico y ambiental que permita una existencia más armoniosa, y en el largo plazo la subsistencia. Y por otra parte, alcanzar niveles de productividad integral -no solo económica y financiera- que le permitan a los ciudadanos y sus familias terminar con las inseguridades que les impiden vivir equilibradamente. Esto es fundamental para terminar con un malestar social extendido que impide el normal funcionamiento de la sociedad y de la economía”.

Para ello es necesario que la economía circular se inserte en la productividad y llegue a todos los sectores productivos, con trabajo conjunto entre todos los actores pero también con un fuerte foco en la sostenibilidad. Al respecto, la embajadora de la Unión Europea en Chile, Stella Zervoudaki, planteó que la solidaridad, la cohesión y la convergencia son fundamentales para abordar el actual desafío sanitario, pero también los desafíos posteriores. “La otra cosa que esta pandemia nos ha mostrado es la importancia entre la convivencia sostenible entre el ser humano y la naturaleza. No podemos seguir produciendo de la misma manera en que lo hemos hecho, y es muy importante que logremos un equilibrio si queremos un desarrollo para las próximas generaciones”.

Al respecto, Paolo Pallotti, country manager de Enel Chile, coincidió en que estamos viviendo una crisis profunda y sin precedentes, pero que al mismo tiempo nos puede ofrecer una oportunidad, “porque este es el momento de actuar, de tomar decisiones para asegurar el futuro. Y el sector energético está al centro de la economía y tiene un rol muy importante; hoy sí es posible una transformación profunda de este sector, y en Chile existe esta oportunidad”.

En ese sentido, recordó que a partir de 2022 Enel no tendrá unidades a carbón produciendo energía en Chile, y además con el compromiso de “desarrollar nuevas capacidades renovables. Tenemos un objetivo, estamos trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos para añadir 2.000 MW de capacidad hasta 2022. Ese es entonces un año donde se va a coordinar la salida de las soluciones a carbón e ingreso de nuevas capacidades renovables. Y esto va a tener un impacto en todas las actividades productivas”.

La estrategia sostenible de Europa para la recuperación
La crisis del coronavirus ha golpeado duramente a nuestras economías y nuestras sociedades a nivel global, una crisis además a la que nadie ha sido inmune, al punto que ya se está comenzando a hablar de un mundo pre y post pandemia, planteó Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comunidad Europea. Y si bien el trabajo está centrado hoy en enfrentar la urgencia del desafío sanitario, agregó, “tenemos que replantearnos como vamos a desarrollar nuestras vidas, nuestras economías y nuestras sociedades después de la crisis. Tenemos que trabajar ya en la recuperación”.

Y en esa línea, recordó las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, invitando a “reconstruir mejor”. “Y para ello -afirmó Calleja- tenemos que poner la sostenibilidad en el centro de nuestra agenda. Una sostenibilidad económica, medio ambiental, social, inclusiva e integradora. Y Europa pone sobre la mesa el Pacto Verde Europeo, que plantea transformar nuestra sociedad en los próximos 10 años, nuestra energía, nuestros transportes, nuestros sistemas alimentarios, una economía lineal que ya está caduca por una economía circular, y trabajar para que los elementos centrales de esa agenda se basen en el desarrollo sostenible. Lo que no es sostenible no es viable, ninguna empresa puede ser competitiva hoy si no tiene un modelo de negocio sostenible”.

¿Por qué este Pacto Verde debe estar en el centro de la recuperación? En primer lugar, dijo, porque tras la crisis sanitaria seguiremos teniendo las crisis del clima y de la biodiversidad, que seguirán amenazando a las personas y a los estados más pobres y débiles. Y en segundo lugar, porque en una situación de recesión, para salir de ella se requiere estimular el crecimiento y estimular empleo, sin retroceder en los desafíos medioambientales.

“La inversión verde y la economía circular son la mejor forma de crear crecimiento y empleo, y recuperar nuestras economías, porque el único modelo sostenible es el que es capaz de disociar el crecimiento económico de las emisiones y del exceso de consumo de recursos. Más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza y de los servicios que esta proporciona, invertir en naturaleza es invertir en nuestro futuro”, afirmó.

Para concretar esto, Europa trabajará en cuatro líneas de acción. En primer lugar, una estrategia climática para transformarse, en 2050, en la primera región del mundo climáticamente neutra a través de una hoja de ruta para descarbonizar la economía. Segundo, la economía circular a través de un nuevo plan de acción en esta materia con el objeto de ser más eficientes en el uso de los recursos. A esto se suma una estrategia a 2030 para la conservación de la biodiversidad, y finalmente la estrategia “De la granja a la mesa” para impulsar un sector agroalimentario sostenible.

En cuanto al plan de acción de economía circular, Daniel Calleja explicó que busca ir mucho más allá de la mera gestión y reciclaje de los residuos. “Tenemos una visión en Europa: que todo producto que se ponga en el mercado sea circular. Si podemos conseguirlo, lograremos más innovación, más crecimiento, más empleo y más competitividad. Para ello hay que trabajar en todo el ciclo de vida de los productos, centrándose en su diseño, promoviendo procesos productivos de economía circular, fomentando el consumo sostenible y conseguir que los recursos utilizados se mantengan en la economía el mayor tiempo posible. Que el residuo de una empresa sea la materia prima de otro, la simbiosis industrial”, explicó.

Para ello ya se han identificado los sectores con un potencial clave en esta materia, donde se pueden impulsar tecnologías y modelos de negocios innovadores y crear empleos verde. Entre ellos están las baterías; el sector automotriz, que es un gran generador de empleos; la electrónica, donde se puede trabajar en diseño y recuperación de materiales; el sector textil, que solo recicla el 1% de los productos y que produce más emisiones que el transporte marítimo y aéreo en conjunto; los plásticos, donde Europa ha liderado en la restricción de plástico de un solo uso; el sector de embalajes, y los sectores alimentarios y de construcción, que tienen grandes oportunidades para las pymes.

En estos ámbitos, dijo Daniel Calleja, “estamos muy impresionados con el trabajo de Chile. Ahí, una vez más,  Eurochile vio inmediatamente las oportunidades de la economía circular. Tengo un magnífico recuerdo de la primera misión de economía circular europea donde el primer país del mundo fue Chile y tuvo un éxito arrollador. Sabemos que están siguiendo un camino similar con la hoja de ruta para la economía circular para los próximos 20 años. Y aquí hay un elemento muy importante: tenemos que gestionar juntos esta transición. Esto va a exigir adaptarse, que haya que formar, capacitar y trabajar. Y la recuperación tiene que ser global, exige una respuesta de todos. Nos gustaría articular esos esfuerzos globales, porque la solidaridad y el multilateralismo son cruciales, ese es el camino y la agenda que queremos compartir”.

El rol del sector energético en la economía circular

La economía circular no es reciclaje ni manejar los residuos, sino que implica rediseñar completamente el modelo de negocios, planteó Luca Meini, gerente de economía circular del holding Enel, y esto implica hacerlo desde la fase de diseño, selección de materias e ingeniería. “Eso es lo más importante, después viene la parte de cómo vamos a maximizar su uso y al final está la parte de reutilización y reciclaje, que ya debe estar prevista en el diseño. Esto es fundamental”. Y en este sentido, plantea, la economía circular tiene como elemento central la innovación, que es lo que alimenta la competitividad.

A esto se suma el rol de las instituciones, donde la Unión Europea ha tenido un papel muy fuerte pero esto también está ocurriendo en muchos países -como Chile- tanto a nivel de gobiernos como a nivel local en las ciudades. Y en esto, planteó Meini, ha sido fundamental  la visión de enfrentar los desafíos ambientales de manera integrada.

Y en esto, agregó, la economía circular ha mostrado también un aspecto interesante en la disminución de una producción centralizada para ir generando mucho más trabajo local a lo largo de la cadena de valor, a través de los servicios de mantenimiento, reparación y servicios. “El COVID-19 está empujando más aún en esta dirección, porque ha mostrado de forma más clara la importancia de la resiliencia”, agregó.

Enel, dijo, ha empezado a trabajar con fuerza en economía circular desde hace cinco años, entre otros aspectos por disminución de riesgos, reutilización de materiales y enfoque en la innovación. “El enfoque de economía circular empuja a trabajar aún más en la innovación, no solo tecnológica sino de todo lo que hacemos. A esto se suma que los beneficios ambientales son muy claros, así como el impacto social positivo”, afirmó.

El objetivo de la empresa, agregó Meini, es tener bajos niveles de emisiones a 2030 y estar completamente descarbonizados a 2050, y para ello han desarrollado una estrategia de economía circular a través de toda su cadena de valor, incluidos sus proveedores.

“Estamos rediseñando nuestras principales cadenas de valor, las baterías, lo fotovoltaico, eólico, los medidores inteligentes, que son las tecnologías que tendrán un desarrollo muy fuerte en los próximos años y creemos que puede ser un motor muy fuerte en la transición hacia la economía circular. A través de Enel X estamos rediseñando productos y servicios para nuestros clientes, y estamos muy enfocados en las ciudades del mañana, donde también vemos un potencial muy fuerte en economía circular. Y estamos también trabajando mucho en la creación de conocimiento, publicamos nuestro know how y lo que hemos aprendido junto a otras empresas, porque el tema de economía circular es aún bastante nuevo y es importante que se cree una conciencia y discusión en esta materia”, afirmó.

En este avance, dijo Luca Meini, tendrá una gran relevancia la legislación en esta materia, “porque la economía circular va a cambiar todo el modelo económico, y así también los aspectos legislativos y regulatorios van a ser fundamentales. Hay varios habilitadores también, como la innovación, la métrica y la cultura que serán fundamentales para que todos comprendan esta transición”.

Ventajas para las pymes en la economía circular

¿Qué rol tendrán las pymes en esta transición? Según plantea Calleja, aquí no se habla sólo de grandes empresas o de las áreas de mayor tecnología, sino que la circularidad beneficiará a todas las empresas. “Las pymes van a ser más eficientes y más rentables; si reciclan más, si reutilizan más, si diseñan mejor sus productos, van a reducir sus gastos en energía y procesos, y van a tener mayor clientela porque cada vez hay mayor interés en los llamados productos y servicios verdes”, afirmó.

Además, dijo, se van a beneficiar de la innovación y de la creación de un círculo virtuoso con una importante dimensión social ya que implica nuevos empleos, técnicas y capacitaciones. Para ello, Europa está generando una serie de programas para facilitar la inversión y financiamiento de proyectos innovadores en las pymes. “Ahora, con el COVID-19, queremos poner la digitalización y la economía circular como los dos grandes ejes de la estrategia europea. Todas las pymes que presenten proyectos en estos ámbitos van a tener una financiación”, afirmó Calleja.

Lo que se busca, agregó, es que las empresas -independientemente de su tamaño- puedan todas contribuir. “Yo creo que las grandes vencedoras de la economía circular pueden ser las medianas y pequeñas empresas, porque son las más flexibles, porque tienen oportunidades innovadoras, porque pueden desarrollar nuevas ideas”, planteó Calleja. Para esto habrá apoyo de la Unión Europea, agregó, “trabajando también con nuestros corresponsales extranjeros, y en Chile en concreto con Eurochile, que facilita la colaboración entre empresas europeas y empresas chilenas”.

Al respecto, Luca Meini agregó que Enel también tiene una serie de iniciativas de apoyo a las pymes, y entre ellas el programa circular “tiene en sí mismo un soporte porque va a capacitar a los proveedores en la medición de lo que hacen. En las licitaciones se va a reconocer un valor más alto a los proveedores circulares, y está el tema de co-diseño y colaboración con ellos para trabajar en conjunto los productos”.

A ello se suman iniciativas específicas de capacitación y soporte para los colaboradores más virtuosos. “Estamos muy enfocados en este tema, y la respuesta de los proveedores es bastante buena porque hoy es más clara la conciencia de que esa es la dirección hacia la cual ir, y hacerlo con Enel es una oportunidad para los proveedores porque el grupo ha sido uno de los primeros en moverse hacia estos nuevos modelos de negocios”.