Hernán Tello (FACH): “El carácter multidisciplinario es un sello del Programa Nacional Espacial”
El Programa Nacional Espacial establece un conjunto de iniciativas, proyectos y recursos destinados al desarrollo, promoción y difusión de la actividad espacial, además del uso de tecnologías y aplicaciones, para contribuir a la implementación, seguimiento y cumplimiento de la política nacional en esta materia. En esta entrevista, el Coronel de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y Subdirector de Asuntos Espaciales, Hernán Tello explica el alcance y desarrollo de este proyecto espacial, y su participación en el Trade Mission ConnectEO.
El Sistema Nacional Espacial reúne el trabajo conjunto de los Ministerios de Defensa, Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Relaciones Exteriores, Transportes y Telecomunicaciones, Bienes Nacionales, el mundo académico y la Fuerza Aérea de Chile (FACH), y busca contribuir a la institucionalidad y visión país.
El Coronel de la Fuerza Aérea de Chile y Subdirector de Asuntos Espaciales, Hernán Tello repasa, en este entrevista, los alcances del proyecto Programa Nacional Espacial el cual surgió de otra instancia de renovación satelital, y que fue tomando tintes multidisciplinarios con el paso del tiempo.
Considerando que la FACH ya tenía un recorrido en torno a las actividades espaciales, ¿cuánto influyó esa experiencia previa en el proyecto actual?
La Fuerza Aérea de Chile ha desarrollado actividades espaciales por casi 25 años, con Fa Sat (Sistema Satelital de Observación Terrestre) en los años 1995, 1998 y en el 2010, con el Fa-Sat Charlie. Ese sistema tiene el objetivo de entregar información espacial para distintas actividades de uso dual, pero es un proyecto bien puntual, que no es lo mismo que el de ahora. Desde el punto de vista de operación espacial ha sido muy exitoso. Es un satélite francés que gracias a su operación y a la actividad de ingenieros ha podido duplicar su vida operativa. Entonces, esas lecciones aprendidas las tomamos para poder integrarlas ahora, tomando esto como un desafío nacional y no institucional.
¿Cómo surgió el Programa Espacial?
Inició en la FACH, y después en el proceso logramos entregar la propuesta a otras instituciones (ministerios y universidades), y así fue tomando otros tintes, para ver cuál era el interés y los desafíos en torno al proyecto, hacer también un levantamiento de estudios en torno a las necesidades espaciales del país, y así se fue construyendo a través de la participación y articulación de distintos actores. En el proceso de renovación, nosotros habíamos generado un proyecto para cambiar el satélite por uno con mayor capacidad, pero finalmente el gobierno nos pidió revisar este proyecto y articularlo en conjunto con varios actores. Así es como se logró consensuar al Sistema Nacional Espacial de hoy. Se buscaron pilares que nutran y permitan llegar con información y soluciones a las personas. Asimismo, este proyecto cuenta con un aspecto más social en el que se busca informar a la ciudadanía sobre el proceso, a través del Programa Espacial Escolar.
¿Cómo ha sido la implementación del Programa Espacial Escolar?
La implementación del Programa Espacial Escolar inició-con programas pilotos- en los lugares en los que teníamos los centros de operación (Antofagasta, Santiago y Punta Arenas), y en general la recepción ha sido buena, teniendo además un buen sistema de trabajo en cuanto a la coordinación de conexión con profesores y otros actores. En la educación hay una gran brecha tecnológica y digital, y a través de este proyecto se busca contribuir con oportunidades y conocimientos, además de poder trabajar distintas habilidades. Esto nos ha permitido tener una gran llegada con los gobiernos regionales, hemos firmado acuerdos con algunos de ellos; de tres regiones hemos aumentado a cinco y en cuanto a los colegios hemos aumentado de15 a 20 en solo unos meses. Una de las últimas regiones en sumarse a esta iniciativa es la región de Ñuble.
¿Cuáles son los principales desafíos y dificultades en torno a la creación del Sistema Nacional Espacial?
En general, lo que hemos notado es más interés, pero sí han aparecido nuevos desafíos y algunos problemas. Por ejemplo, en cuanto a los desafíos que puede haber por la diversidad climática de Chile, la Universidad de Magallanes nos manifestó que no tenían un sensor para la capa de ozono, ante lo cual les respondimos que crearíamos una carga útil a nivel nacional , y esto es un proyecto que tiene que materializarse durante estos años y que se cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, universidades y centros de investigación. Es en estas instancias donde se fomenta un espacio para materializar ese tipo de problemas y resolverlos. Ahora, Chile por su configuración territorial y distribución tiene muchos desafíos, y lo bueno es que el espacio te permite entregar información y servicios, y generar aplicaciones en beneficio de la sociedad; y por nuestra posición geopolítica en el contexto mundial, un país muy extenso y con diversos paisajes, tenemos la posibilidad de realizar actividades espaciales de una manera que no lo pueden hacer otros países.
Tomando en consideración que este trabajo contempla la participación de actores gubernamentales, académicos y de la misma Fuerza Aérea de Chile, ¿qué evaluación tiene del carácter multidisciplinario a la fecha?
La evaluación ha sido buena, el carácter multidisciplinario es un sello del programa. Hemos tenido una comunicación fluida con todos los stakeholders que forman parte de este proyecto. En ese sentido, el poder realizar videollamadas ha sido fundamental para reunirse con personas e instituciones de todo Chile para poder avanzar en el proceso de implementación. La interacción que se ha generado entre las organizaciones ha sido potencial y eso demuestra lo bien que ha fluido la comunicación. El programa buscar generar equipos de trabajo, por ejemplo, en la construcción de satélites, la idea es que haya 2 personas de la Fuerza Aérea y las 8 a 10 personas adicionales sean todos civiles, de distintas universidades y regiones.
¿Cómo evalúa la actualidad de Chile en esta materia, en comparación al resto de los países del mundo?
Europa cuenta con mucha ventaja en esta materia, específicamente en lo que se refiere a ingeniería espacial, pero creemos que a través de este programa se acortará la distancia. Sin embargo, en lo que se refiere a aplicación de tecnología espacial, creo que estamos bastante bien en algunas áreas. A nivel país tenemos muy buenos especialistas y técnicos que conocen muy bien la materia hace mucho tiempo.
Este programa tiene de actores a la academia, al sector gubernamental y la FACH. En Chile hay un nicho de empresas insertos en esta temática que tienen conocimiento y buenas prácticas que transmitir. ¿Tienen pensado involucrar actores privados en el proyecto?
A lo largo de proyecto hemos ido construyendo relaciones a través de acuerdos con muchas universidades, en este caso acuerdos marco y con otras organizaciones acuerdos específicos. Y en lo que respecta este trabajo, hay muchas organizaciones de tipo no gubernamental con las que se han llegado a acuerdos, por lo que igualmente estamos abiertos a relacionarnos con empresas para expandir este proyecto sobre todo en el aspecto educacional, incluso hay algunas con las que se está en conversaciones, por lo que es un desafío que tenemos actualmente. El objetivo es poder avanzar en acuerdos y relaciones laborales con otras empresas en temas educaciones.
Usted fue parte de 2 jornadas del Trade Mission de ConnectEO, una misión virtual donde participaron empresas europeas, y donde ud. expuso el proyecto, ¿cómo valora esta oportunidad organizada por Eurochile?
Dentro del marco en el que está el proyecto estamos dispuestos a participar en todos los seminarios relacionados a la actividad espacial para ir generando conferencias en torno a la materia. Para nosotros el participar del evento organizado por Eurochile, es un valor porque nos permite integrarnos con la Comisión Europea y con empresas europeas que están desarrollando este tipo de actividades, y así poder incorporar nuevos conocimientos y tecnologías. Por ejemplo, después de nuestra participación en la actividad organizada por la fundación, dos empresas nos contactaron para ver la posibilidad de colaborar, por lo que ese tipo de instancias son muy importantes. Así que sí, fue una muy buena experiencia participar en el Trade Mission de ConnectEO porque lo que no se comunica no existe.