Eduardo Martínez, CEO de HIDRIA: “La Economía Circular es un enfoque sistémico que requiere tiempo para su plena implantación”
Eduardo Martínez es un experto español con una trayectoria de más de 20 años en diversas disciplinas, con enfoque en la Economía Circular aplicada al turismo. Es CEO de HIDRIA, una empresa dedicada a la ciencia, el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Además, se destaca como consultor senior especializado en la dirección y gestión integral de proyectos internacionales relacionados con la sostenibilidad, el medio ambiente, el turismo y el desarrollo humano. A lo largo de su carrera, ha liderado y ejecutado proyectos en diversas partes del mundo.
Martínez ha tenido la posibilidad de trabajar en el proyecto “Reactivación del Turismo Regional con Economía Circular”, ejecutado por Fundación Empresarial Eurochile y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), que permite contribuir la reactivación y recuperación del turismo local mediante la generación de nuevos productos sustentables y circulares, potenciando así el conocimiento y la transición hacia una economía circular entre las Pymes de la región.
En ese sentido, ha estado presente tanto en el lanzamiento del programa realizado el 6 de junio pasada en la ciudad de La Serena como en el webinar “¿Cómo adoptar un producto turístico a la Economía Circular?”, realizado el pasado miércoles 13 de septiembre. Durante este último evento, el experto presentó diversas temáticas relacionadas con la implementación de la economía circular en el sector turístico de Chile. Estos temas incluyeron la evaluación del estado actual de Chile en términos de economía circular en el turismo, herramientas de autodiagnóstico disponibles, la relevancia de las propuestas de valor, estrategias para implementar prácticas circulares eficaces y los beneficios que la economía circular aporta a las empresas, entre otros.
Con respecto a lo anterior, conversamos con Eduardo Martínez, CEO de HIDRIA, Ciencia, Ambiente y Desarrollo, quien nos habló acerca de las distintas perspectivas que puede tener el turismo circular tanto en Chile como Europa, los beneficios que trae consigo la implementación de la economía circular en el sector turístico y la importancia de difundir esta información a través de los talleres organizados por la Fundación Empresarial Eurochile en el marco del proyecto ejecutado en la región de Coquimbo.
- ¿Cómo se encuentra Europa en cuanto al Turismo Circular?
Hablar de Europa implica abordar un concepto geográfico muy ambicioso. Cuando nos referimos a Europa, especialmente en la zona central y norte, estamos hablando de territorios que siempre han mantenido un enfoque más cercano a la sostenibilidad, lo verde y la economía circular. Además, en lo que respecta a la zona central-sur, esta región es conocida por su atractivo turístico.
Por otra parte, hay un firme compromiso por parte de los gobiernos en esta dirección. El turismo es principalmente impulsado por el sector privado, pero el sector público desempeña un papel importante en la formulación de estrategias y regulaciones para orientar el turismo hacia prácticas más sostenibles. Sin embargo, el sector privado a menudo se ve limitado por las restricciones públicas al intentar avanzar hacia la circularidad en el turismo. Hay aspectos que escapan de su control, y aunque pueden llevar a cabo acciones relacionadas con la economía circular, estas dependen de la iniciativa individual de los empresarios y su creencia en los beneficios diferenciales que puede ofrecer.
La velocidad a la que se está adoptando la circularidad en el turismo en Europa varía según la región y el tipo de empresa. La circularidad es un concepto complejo, y la economía circular es un enfoque sistémico que va más allá del simple reciclaje. Implica cambios profundos en los procesos y las prácticas empresariales. Esta complejidad se ve agravada por la diversidad del sector turístico, que abarca desde alquiler de coches hasta alojamiento, restaurantes y servicios turísticos. La integración de estos elementos es un desafío significativo. Además, después de la pandemia, la mayoría del sector turístico aún se está recuperando de los impactos devastadores en sus operaciones.
Es importante destacar que el turismo tendrá que adaptarse a la economía circular o enfrentará desafíos significativos debido al aumento de residuos y la necesidad de una mayor sostenibilidad. Algunas regiones, como Mallorca, ya están implementando regulaciones que obligan a las empresas turísticas a desarrollar planes de circularidad, lo que indica un cambio gradual hacia prácticas más sostenibles en el sector.
En resumen, creo que aún pasarán varios años antes de que la economía circular sea una norma en Europa y el mundo. Hace dos décadas, comenzamos a hablar de sostenibilidad, y ahora estamos haciendo la transición hacia la economía circular. Ambos conceptos son valiosos pero muy diferentes. Es un proceso gradual que está ganando cada vez más adeptos.
- En ese sentido ¿Cuál es tu percepción sobre el estado de la implementación de la Economía Circular en el sector turístico en Chile?
Desde Chile y, en particular, desde la región de Coquimbo, se está desarrollando una iniciativa notable en términos de interés por escuchar y abrirse al tema de la economía circular. Considero que la gobernación regional de Coquimbo, con su enfoque más verde y sostenible, tiene la intención evidente de incorporar la circularidad como un tema central en su agenda.
Cabe destacar que cada vez más turistas buscan específicamente experiencias turísticas que aborden la circularidad como un aspecto fundamental. No obstante, también percibo una preocupación compartida, no solo en relación con las iniciativas que se están llevando a cabo en Chile, como las que promueve Eurochile, sino a nivel internacional a través de plataformas como LinkedIn y redes sociales, donde se están generando movimientos y acciones.
Sin embargo, es crucial distinguir entre las acciones efímeras, que podrían considerarse “fuegos artificiales” que solo duran un corto período, y los esfuerzos que adoptan una visión a más largo plazo. En otras palabras, recibir una subvención para proyectos relacionados con la economía circular está bien, pero si no hay una planificación a largo plazo y una implementación sostenible en el tiempo, esos esfuerzos pueden ser efímeros.
La economía circular es un enfoque sistémico que requiere tiempo para su plena implantación. Si bien se pueden llevar a cabo acciones pequeñas y posiblemente inspirar a algunos empresarios a pensar de manera diferente, es fundamental otorgar el tiempo necesario para que estos cambios se desarrollen. No es un proceso sencillo ni rápido.
– ¿Cuáles son los elementos necesarios para que estos destinos cumplan con los requisitos que atraen al turista sustentable?
Se están desarrollando muchas iniciativas significativas en Chile, especialmente en la industria de los restaurantes, para abordar cuestiones como el desperdicio alimentario. Muchas empresas están comenzando a cuantificar y evaluar la cantidad de alimentos que se desperdician y están buscando formas de mejorar su gestión de residuos. La economía circular se basa en la reducción de residuos, más allá del reciclaje, transformando las cadenas de energía y materiales en sistemas más eficientes.
Además del desperdicio alimentario, otros aspectos clave en la transición hacia la economía circular incluyen la gestión de la energía y la movilidad. Los turistas valoran cada vez más la movilidad sostenible y espacios adaptados a prácticas más respetuosas con el medio ambiente. También se destaca la importancia de reducir la huella de carbono de las experiencias turísticas, lo que implica calcular y minimizar las emisiones de carbono asociadas a las actividades turísticas.
Sin embargo, implementar prácticas circulares lleva tiempo y requiere el compromiso de los empresarios. La medición de la huella de carbono y la huella hídrica, junto con la búsqueda de formas de minimizarlas, son elementos fundamentales en este proceso. Además, la adopción de certificaciones relacionadas con la huella de carbono y la huella hídrica está comenzando a ser una práctica diferenciadora y valiosa en la industria turística.
En la actualidad, las experiencias turísticas con “cero carbono neto” están en auge y son valoradas por los turistas. Sin embargo, lograr un equilibrio de cero emisiones de CO₂ en actividades turísticas que implican vuelos transoceánicos puede ser desafiante y en algunos casos imposible.
- ¿Qué importancia tiene el desarrollo de estos talleres y actividades para las Pymes participantes?
Es importante comprender que los procesos de economía circular en el turismo requieren un enfoque colaborativo y asociativo. Es decir, resulta complicado abordar la circularidad en un negocio de forma individual, ya que la economía circular se basa en la minimización de residuos y en la transformación de lo que normalmente consideraríamos desechos en recursos aprovechables por otros. La gestión de esta dinámica implica necesariamente colaborar y asociarse con otras personas o empresas, puesto que lo que constituye un residuo para uno puede ser un recurso valioso para otro.
Por esta razón, es esencial empezar a pensar en cómo gestionar esto de manera integrada, lo que a su vez nos obliga a escuchar a otros, entender sus necesidades y determinar cómo podemos contribuir. Los talleres y espacios de encuentro como estos son cruciales, ya que reúnen a individuos y empresas interesados en mejorar y explorar oportunidades para establecer alianzas.