Linnet Solway: “Hay iniciativas en marcha, pero falta un ecosistema que reúna a todos los actores de la economía circular”
La creación de este ecosistema, junto a una visión y estrategia que marque una dirección clara para la adopción de esta tendencia en el país, es el principal objetivo del la Hoja de Ruta para la economía Circular que impulsa el Ministerio del Medio Ambiente, CORFO, la ASCC y el Ministerio de Economía, y cuya elaboración es liderada por la Fundación Empresarial Eurochile. Hoy existen algunas iniciativas aisladas además de una serie de brechas que es necesario subsanar, entre ellas la colaboración entre las empresas para abordar desafíos sectoriales conjuntos, afirma la directora del Área Transferencia Tecnológica y Economía Circular de Eurochile.
Tras tres reuniones y poco más de un mes de funcionamiento, el Comité Estratégico de 32 empresas, ministerios, expertos y academia -entre otros- que está apoyando la creación de una Hoja de Ruta para la economía circular en Chile empieza a generar ya de forma más concreta en la primeras líneas de trabajo, tras un primer informe de diagnóstico elaborado por Eurochile, quien lidera esta labor en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente.
Linnet Solway, directora del Área Transferencia Tecnológica y Economía Circular de Eurochile, explica que si bien este reporte muestra que en Chile existen varias iniciativas y proyectos en marcha para avanzar en la implementación de una economía circular, éstas aún se están desarrollando de forma aislada.
Por esto, agrega, “hace falta generar un ecosistema de economía circular que reúna a todos los actores de la transformación y promueva la colaboración. Además, hace falta una visión y una estrategia que de una dirección clara para la adopción de una economía circular en el país. Y eso es lo que busca generar la Hoja de Ruta”.
Esto cobra hoy mayor importancia, afirma Linnet Solway, porque aunque antes de la pandemia ya se identificaba la necesidad de avanzar hacia modelos de producción y consumo más sostenibles, “hoy con la crisis económica y social se evidencia aún más la necesidad de hacerlo velando por una transición para todos y con todos”.
El estudio muestra una serie de brechas a superar para su implementación. ¿Cuáles crees que aparecen como más relevantes, y las que hay que priorizar?
Una de las brechas prioritarias es rediseñar el sistema de gestión de residuos, ya que hoy día por su estructura, de costos sobre todo, no permite que estrategias prioritarias en una economía circular, como la reparación y el reciclaje, sean competitivas. La educación también es un aspecto clave, para que la economía circular se entienda como un modelo que va mucho más allá del reciclaje y que incluye la adopción de nuevas tecnologías, repensar los diseños y procesos e implementar nuevos modelos de negocios. Otra brecha importante es la colaboración, sobre todo entre empresas, para abordar desafíos sectoriales o precompetitivos, y para establecer simbiosis industrial y así hacer un uso más eficiente de los recursos. Otro aspecto que se debe abordar es la necesidad de tomar en cuenta las realidades territoriales en el país para la implementación de estrategias adecuadas a las condiciones locales.
¿Cómo se va a trabajar este diagnóstico inicial en el Comité Estratégico, cuáles son los primeros temas que están surgiendo en la discusión?
Se presentó una visión de conjunto del diagnostico en una reunión con el Comité Estratégico y se les mandó el documento para su revisión y comentarios. En general, se destacó la necesidad de profundizar ciertos aspectos, como trabajar métricas para medir la circularidad en la industria; incorporar brechas de la oferta y demanda para productos circulares, y también incentivos; la obligatoriedad de utilizar materia prima reciclada; enfoque en la población no solo como consumidor, sino también como foco de educación; e incluir una visión humana orientada a un comportamiento ético como sociedad.
¿Cuáles son las modificaciones normativas a las que se le debiera dar prioridad para ayudar al impulso de la economía circular?
Es necesario reformar el sistema de gestión de residuos actual, y también se ha destacado la falta de una normativa para organizar los esfuerzos que apuntan a la economía circular desde todos los sectores.
¿Cómo se va a desarrollar este trabajo, y qué aspectos fundamentales contendrá esta hoja de ruta, en el sentido de encaminar la adopción de la economía circular en las empresas -pequeñas, medianas y grandes- del país?
El trabajo se va a realizar muy de la mano con el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones como la Agencia de Sustentabilidad y Cambio climático y la Corfo. Además, va a involucrar a actores claves de los sectores público y privado: varios ministerios, municipalidades, asociaciones gremiales e industriales, ong’s y organizaciones representando a la sociedad civil. Nosotros vamos a acompañar, guiar y coordinar el desarrollo de un trabajo de co-creación de la hoja de ruta, a través de varias actividades participativas, reuniones, talleres, mesas de trabajo, con el objetivo de que el final de la consultoría sea en realidad el inicio del trabajo para la transición a la economía circular, y que cada actor tome la hoja de ruta como punto de partida y empiece a implementar las estrategias propuestas. Por eso es tan importante la participación del sector empresarial, ellos necesitan empoderarse del roadmap para darle la continuidad que requiere.
¿Qué puede aportar Eurochile a la discusión que se va a generar en estas mesas de trabajo, y qué puede aprender de este proceso?
Eurochile puede aportar con su amplia experiencia en las vinculaciones público-privadas y generación de redes, ya que es una de las brechas importantes que se destaca muchas veces al hablar de economía circular: la falta de colaboración y trabajo en redes. Además, por su vínculo y redes con Europa, Eurochile puede aportar conocimiento, experiencias, y casos de éxito. Parte de la misión y visión de la fundación es aportar al desarrollo productivo sustentable de Chile. Vemos que la hoja de ruta es una oportunidad tremenda para potenciar ese cambio. Se enmarca en un contexto bien específico hoy, con un Chile que está pasando por varias crisis, una social y una sanitaria y humana, que están visibilizando las fallas en nuestro sistema. La Hoja de Ruta para la Economía Circular de hoy no es la misma que se hubiese elaborada hace un año, tiene el potencial y la capacidad de ser parte de la respuesta a las crisis que estamos viviendo. Queremos utilizar las instancias de este proyecto para ayudar a los stakeholders a proyectarse a un Chile del futuro y visualizar las herramientas necesarias para dar respuesta a las crisis y generar capital social, ambiental y económico para todos, con todos.
La creación de la hoja de ruta va a ayudar a formalizar el ecosistema de la economía circular, algo en lo que Eurochile viene trabajando hace tiempo. ¿Qué avances han tenido en este sentido, en Chile y en la región?
Desde la misión de economía circular organizada por Eurochile y la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea a Chile en 2016, se ha empezado a generar una red de empresas interesadas en los conceptos de economía circular. En 2018 y 2019, con el PDT de economía circular que ejecutó Eurochile, primer proyecto de Economía Circular financiado por Corfo, se instalaron capacidades y conocimientos relacionados con economía circular en varias pymes chilenas. Dándole continuidad a ese trabajo, se formó el grupo de trabajo de economía circular conformado mayoritariamente de pymes comprometidas con la adopción de modelos de economía circular. A nivel institucional, también se generaron y apoyaron varias iniciativas para vincular instituciones chilenas con europeas. Además, a través de las varias actividades que Eurochile ha realizado en el país y fuera de él, se ha seguido con la difusión del modelo circular para invitar a cada vez más empresas e instituciones a sumarse a esta transición y armar un ecosistema de EC.
¿Se va a integrar la economía circular a todos los proyectos y áreas de trabajo de Eurochile en el futuro?
Sí, por supuesto. Buscamos que la EC sea una línea de acción transversal que se integre en todos los proyectos que se generan y ejecutan, y en las actividades internas y externas de la fundación. Tenemos que ver la economía circular no como un aspecto más que hay que abordar en los proyectos, sino que como uno de los pilares sobre el cual desarrollamos el proyecto, junto con temas de asociatividad y cooperación con Europa. Así lo estamos trabajando hoy tanto en nuestros proyectos en ejecución, como en los proyectos que tenemos en cartera.
¿Qué importancia tiene en esto la transferencia tecnológica con Europa que ustedes pueden facilitar? ¿Se va a intensificar esta cooperación?
Sin duda muchas de las tecnologías bajas en carbono que existen hoy se han desarrollado en Europa, quienes están claramente a la vanguardia en ese ámbito. Por lo tanto, para las empresas chilenas y de la región que quieren transitar hacia la economía circular y la descarbonización, hay una oportunidad de transferencia de tecnología y de conocimiento desde Europa a América Latina. La Comisión Europea está impulsando y financiando varios proyectos para fomentar esa transferencia. Corfo también tiene varios instrumentos – centros tecnológicos, eureka, becas para pasantías – que fomenten la transferencia de conocimientos, sobre todo, desde Europa a Chile.
En Eurochile siempre se ha señalado que en esta transformación la empresa juega un rol fundamental, que esto tiene que ser una transformación empresarial. ¿Cómo se puede acelerar este cambio en las empresas?
El sector empresarial es un sector dinámico, que se puede mover rápido y que tiene alta capacidad de transformación e innovación, y por lo tanto sin duda la empresa juega un rol fundamental en la transición hacia una economía circular. Para acelerar este cambio, el Estado debe jugar un rol importante, mediante el desarrollo de normativas y regulaciones que fomenten la instalación de buenas prácticas y modelos sustentables dentro de las empresas. A través de incentivos e impuestos, el estado puede orientar las tomas de decisiones dentro de la empresa. Además, necesita entregar claridad respecto de lo que se viene para que las empresas se atrevan a invertir en tecnología, capacitación, I+D e innovación. Una vez que el marco normativo da una dirección clara al sector empresarial, lo más probable es que se produzca un cambio rápido y radical del sistema productivo. Ya hay empresas grandes y pequeñas pioneras en la implementación de la economía circular, y éstas van a poner presión al sistema en general una vez que las reglas del juego estén claras para todos.
Más allá de la hoja de ruta, ¿cuáles son las principales actividades que tendrá este año Eurochile en materia de Economía Circular?
Además de la Hoja de Ruta para la Economía Circular, estamos trabajando con el grupo de trabajo de economía circular, el cual queremos fortalecer y hacer crecer este año. También estamos trabajando en iniciativas para desarrollar una red de partes interesadas de la economía circular, a nivel de Chile y también -eventualmente- a nivel latinoamericano, para crear un ecosistema de actores para una economía circular. Y este año, si la situación mundial lo permite, también organizaremos un encuentro de economía circular donde tendremos conferencias, talleres y rondas empresariales para seguir impulsando la transición a una economía circular y fomentar el desarrollo de redes y colaboraciones entre los actores de esta transición.