Yves Gidoin, de Vegepolys Valley: “Las consecuencias de Covid las veremos cuando la crisis termine y la economía se recupere”
El escenario para la horticultura en Francia es incierto. Las pérdidas en algunos sectores, como el de las flores, varían entre un 50% y 80% de la producción, la que terminó siendo destruida ante la imposibilidad de realizar envíos. La principal demanda hoy es apoyo financiero, pero tampoco hay certeza de que alcance para todos. En ese escenario, Vegepolys mantiene activo su trabajo, sus redes, y el apoyo a sus más de 500 miembros. En conversación con Eurochile, el vice-presidente internacional de Vegepolys, Yves Gidoin cuenta cómo se enfrenta la pandemia en el agro francés.
Vegepolys Valley es una red público-privada de empresas, centros de investigación y centros de formación que se despliega por las regiones francesas de Bretaña, Países del Loira, la zona Centro-Valle del Loira, y Auvernia-Ródano-Alpes, que cubre toda la cadena de valor de la agricultura de innovación en las plantas, para las plantas y con las plantas.
Con cerca de 500 socios y una misión global de transformarse en un clúster internacional de plantas para la agricultura, combinando la competitividad con el respeto por el medio ambiente y la salud, hoy también se ve enfrentado a los nuevos desafíos que impone el coronavirus a su trabajo diario, a sus comunidades, y también a los mercados.
Yves Gidoin, vice – presidente internacional de Vegepolys, afirma que desde el 15 de marzo todo el personal de Vegepolys Valley está trabajando de forma remota, y algunos de ellos a tiempo parcial debido al cierre de las escuelas. Y al igual que lo ocurrido en Chile en las últimas semanas, todas las reuniones físicas se pospusieron o se convirtieron en eventos digitales, como ocurrió con el grupo de trabajo para América Latina planificado para el 7 de abril y realizado 100% en línea.
¿Qué ha sucedido con los proyectos llevados a cabo por Vegepolys frente al escenario impuesto por Covid-19, cómo trabaja en su continuidad?
Vegepolys Valley lidera diferentes tipos de proyectos desde una escala muy local hasta escalas regionales y finalmente a una escala europea, donde apoyamos y seguimos a nuestros miembros para establecer nuevos proyectos de innovación. Por supuesto, en este escenario cada situación se evalúa caso a caso. Para el proyecto europeo, por ejemplo, decidimos seguir adelante incluso si se trata de tareas de internacionalización, porque el Covid-19 está paralizando muchos eventos y nadie puede garantizar el retorno a la “normalidad” antes del final del proyecto. En cuanto a nuestros miembros, observamos un aumento de ideas y proyectos, y nuestro equipo está trabajando duro desde marzo para preparar e identificar el mejor enfoque para estos proyectos potenciales.
¿Qué tipo de situaciones han sido las más complejas de resolver hasta ahora?
En primer lugar, tratamos de apoyar a nuestros miembros de la mejor manera posible. A nivel de empresas, buscamos ser una interfaz para acceder a medidas de mitigación económica región por región, a nivel de estado y de Europa. En materia de educación, abrimos una plataforma para estudiantes con un período de capacitación cancelado o pendiente, y propusimos vincularlos con empresas con referencia o estudio de mercado, en lo posible desde su hogar. Y en términos generales, realizamos seminarios web y preparamos nuevos tipos de eventos remotos para mantener el contacto. Pero, sin duda, para el clúster es imposible -en este contexto- realmente esperar o presionar que se materialicen las facturas y las tarifas de membresía. Este 2020 podría ser un año complicado para nuestro propio saldo presupuestario ya que el 50% proviene de los propios miembros, pero nuestra prioridad es apoyarlos en este período difícil.
¿Cómo ha afectado esta crisis al mundo de la agricultura en Francia, especialmente a la horticultura?
La situación es muy complicada para los productores de horticultura, especialmente para las producciones de flores y plantas. Como estamos en la temporada de primavera, nuestros invernaderos están llenos de productos y los puntos de venta han estado cerrados por cuatro semanas. Tuvimos que hacer mucha destrucción y las pérdidas son enormes, desde un 50% hasta un 80% dependiendo de las producciones. Para las demás actividades agrícolas, las situaciones son variables. Pero en general el negocio está lento, particularmente para las exportaciones.
¿En este escenario de crisis, han surgido oportunidades en el mundo de la horticultura?
Hasta ahora es difícil imaginar oportunidades debido a que no existen posibilidades de envíos. Las consecuencias de Covid las veremos cuando la crisis termine y la economía se recupere.
¿Existen medidas implementadas en Francia que podrían aplicarse en el mundo agrícola en Chile?
Es difícil aún imaginar cuál será realmente el apoyo que tendremos. Todos piden asistencia financiera, y no estoy seguro de que todos obtendrán suficiente dinero para sobrevivir.
¿Cómo ve el escenario una vez que termine la crisis sanitaria y la economía comience a recuperarse?
Para limitar los impactos del COVID, tenemos que encontrar un nuevo sistema de vida y relaciones para nuestra población, con una cadena de solidaridad para evitar la crisis social.
¿Qué acciones está definiendo Vegepolys para esta segunda fase posterior a COVID-19? ¿Y cuáles son los sectores que necesitarán más apoyo y de qué tipo?
Aún es demasiado temprano para arriesgarse a una conclusión o hablar sobre la postcrisis. Nuestro papel seguirá siendo impulsar la innovación, y apoyar el crecimiento y la internacionalización de nuestros miembros. La adaptación será la palabra clave, y probablemente el Covid-19 cambiará nuestra mentalidad para eventos o viajes.