Grupo de Trabajo de Economía Circular convocó a seminario con expertos españoles para ver avances e implementación de esta tendencia
Creado en 2019 como una plataforma de vinculación empresarial que busca promover la cooperación y avanzar en la transición a una economía circular en Chile, el último webinar del grupo de trabajo reunió a 45 participantes para conocer los avances y alcances de su trabajo, y escuchar a expertos españoles sobre los principales ejes que esta tendencia está teniendo en Europa, así como conocer casos prácticos implementados por empresas de ese país.
En el marco de las actividades de su Grupo de Trabajo de Economía Circular, concebido como una instancia para impulsar la adopción de esta tendencia en las pymes nacionales, Fundación Empresarial Eurochile realizó un webinar con empresarios chilenos y expertos españoles para analizar los avances de este modelo a nivel global y conocer experiencias exitosas de adopción en las empresas, y abrir la posibilidad de que se sumen nuevos socios a este instancia.
Creado en 2019 como una plataforma de vinculación empresarial que busca promover la cooperación y avanzar en la transición a una economía circular en Chile, cuenta hoy con ocho empresas socias que representan a una gran variedad de rubros, entre ellos la agricultura inteligente, consultorías, gestión de residuos, Ley REP y reciclaje, start-ups, ingeniería y diseño. Hoy, su trabajo se centra en tres grandes objetivos, dice Linnet Solway, directora del Área de Transferencia Tecnológica y Economía Circular de Eurochile.
“El primero -explica- es apoyar las estrategias de circularidad en las empresas chilenas a través del acceso a conocimiento, nuevas tecnologías y búsqueda de financiamiento.
El segundo objetivo es crear y visibilizar una red de empresas para la economía circular que invite a formar parte de un sistema de valor empresarial circular y crear una red de colaboración -tanto con los distintos actores de su cadena de valor o con otras industrias- para alcanzar un ecosistema realmente dinámico para implementar la economía circular. Y finalmente, conectar a empresas chilenas y europeas comprometidas con la economía circular, promoviendo la cooperación e intercambio de experiencias entre ambas partes”.
En esto juega un rol clave el papel de Eurochile como único nodo en el país de la red Enterprise Europe Network (EEN), que opera al alero de la Comisión Europea y hoy la mayor red de apoyo a todo tipo de empresas que tengan proyección internacional y -sobre todo- potencial innovador. “Se trata de una red que funciona principalmente a través de la subida de perfiles a esta plataforma virtual, donde se buscan contrapartes de oferta o demanda tecnológica y de temas comerciales”, explica Manuela Caruz, directora de Redes de Eurochile. Desde 2020, sus ejes principales de trabajo son la sostenibilidad, la digitalización y la resiliencia de las empresas en el marco de los nuevos objetivos planteados por la Unión Europea para la recuperación.
“Somos tres mil personas repartidas por todo el mundo, con presencia en más de 60 países. La potencia que tiene es que combinamos la experiencia en negocios internacionales con un conocimiento muy profundo de la empresa local, para apoyarlas en su proceso de internacionalización, y promover la cooperación empresarial y tecnológica, en programas de investigación y desarrollo. Nuestro principal objetivo es apoyar a las pymes, pero también participan universidades, asociaciones empresariales, cámaras de comercio, centros tecnológicos. Una arista muy importante es promover la cooperación empresarial y tecnológica, en programas de investigación y desarrollo”, agrega Adela Sánchez, directora Oficina de Proyectos Europeos de CEOE CEPYME de Cantabria, España, y project manager de la red EEN.
Todo esto implica un valor adicional a las empresas que se suman al Grupo de Trabajo en de Economía Circular de Eurochile, que entre sus distintas actividades permanente considera el intercambio no solo entre sus socios y actores nacionales, sino también con expertos internacionales para intercambiar información sobre la implementación de la economía circular, así como el acceso a los distintos servicios de cooperación empresarial de Eurochile, y el apoyo a la identificación, formulación y postulación de proyectos”.
“Lo que buscamos es apoyar a las empresas a tener focos bien definidos para avanzar hacia una economía circular, y también que estén conectadas con el ecosistema circular, que tengan conocimiento en conceptos y estrategias relacionadas con esta tendencia, y que finalmente se transformen en empresas con una oferta de valor diferenciador”, dice Linnet Solway.
Economía circular: visión de expertos y empresas europeas
El webinar realizado por el Grupo de Trabajo de Economía Circular de Eurochile, que reunió a 45 participantes, contó también con una exposición del español Martín Silvan, Legal Counsel del Departamento de Medio Ambiente de ONTIER, España, sobre teoría y práctica de la economía circular.
Para Silvan, muchos de los postulados de la economía circular -como aprovechar los recursos, reducir los residuos, ser eficientes- son prácticas habituales en cualquier actividad empresarial, y casi un requisito para tener algo de éxito. La diferencia es que hoy se ha regularizado, se han establecido una serie de metodologías y procedimientos que han ampliado el abanico de posibles actuaciones, así como objetivos claros que además se pueden medir y cuantificar. “Todo esto lo vamos a utilizar con una finalidad, que es la de dotar de sostenibilidad a nuestro sistema”, afirma.
Este proceso, agrega, tiene debilidades y fortalezas. Entre las primeras, que el modelo económico actual sigue partiendo de la base de que los recursos son ilimitados, por lo que un primer paso es superar este concepto. A esto se suman otros como la resistencia al cambio, la aparición de “oportunismos” que puede hacer surgir negocios que parecen ser circulares, pero no lo son; y además el hecho de “forzar el concepto”: tal como ocurrió con la sostenibilidad, concepto que se terminó usando para todo, abusar del concepto de economía circular tiene el peligro de vaciarlo de contenido.
“Entre las fortalezas -agrega Silvan-, la primera es que hoy no nos queda otra, que nos vemos obligados a ello. En este caso la necesidad nos va a llevar a la virtud, que no es otra cosa que la sobriedad y la eficiencia. El ser austeros. Tenemos que hacerlo, los límites al crecimiento existen y tenemos que ajustarnos a esa realidad, e ignorar la realidad no suele ser una buena táctica”.
A esto se suma una enorme fortaleza disruptiva, que ha dado un salto cualitativo enorme en materia de I+D+i en que situaciones que hace algunos años era imposible abordar desde el punto de vista de la circularidad, hoy en día sí lo son. Y esto en todas las fases, desde el diseño hasta la valorización, desde el aprovechamiento a la reutilización. Otra fortaleza es el auge del emprendimiento que pone en circulación nuevos productos y nuevos servicios, así como un incremento en la eficiencia de los procesos: hacer lo mismo, o más, utilizando para ello muchos menos recursos.
A la charla de Martín Silvan le siguió la exposición de dos casos prácticos de empresas españolas, que dieron cuenta de las posibilidades de la economía circular en la industria. El primero de ellos fue presentado por Beatriz Malagon, directora de la fábrica Mataporquera del grupo Cementos Portland, respecto de la incorporación de la economía circular en su proceso de fabricación de cemento y clinker. Esto se ha hecho principalmente a través de la sustitución de combustible fósil en sus hornos por un combustible derivado de residuos (valorización energética), lo que ha incrementado tanto la competitividad como la sostenibilidad de la empresa, apoyando también su plan de transición energética y de neutralidad climática.
El segundo caso fue presentado por Elena Santamaría, responsable del departamento de PRL, Calidad y Medio Ambiente del Grupo SIECSA de Cantabria. En una de sus filiales, una empresa constructora, están incorporando la economía circular desde dos líneas principales. La primera es la valorización de áridos siderúrgicos provenientes de una factoría de acero en Cantabria para incorporarlos en la construcción, y el segundo es la gestión de residuos de construcción y demolición. Para ello cuentan con una planta de valorización móvil que se traslada por las obras para valorizar los residuos que se generan en la obra, y reutilizarlos en ella.
Esto ha permitido que, de los áridos empleados en obra en 2020 por le empresa, el 32% corresponde a material reutilizado y el 44% a material reciclado, quedando solo el 24% correspondiente a áridos de cantera, o áridos naturales.
Finalmente, el encuentro virtual concluyó con un speed dating, actividad de networking que permitió a los participantes reunirse en grupos más pequeños para generar contactos con otras empresas, y transmitir su experiencia en este tránsito hacia la economía circular.