Eurochile expone sobre los avances de la economía circular en Chile y Europa
A través de su directora del Área Transferencia Tecnológica y Economía Circular, la Fundación participó de dos seminarios – de carácter nacional e internacional- para analizar la construcción de la Hoja de Ruta para la Economía Circular de Chile, y las nuevas directivas y programas europeos para la implementación de esta tendencia.
Una importante presencia en foros relacionados con el avance de la economía circular, y su importancia en el desarrollo futuro del país, ha tenido en las últimas semanas la Fundación Empresarial Eurochile, a través de presentaciones realizadas por su directora del Área Transferencia Tecnológica y Economía Circular, Linnet Solway. En ellas, no solo se abordó el trabajo realizado por la Fundación para el avance de esta tendencia en el país, sino también su rol como “puente” para promover la transferencia tecnológica, el conocimiento y la vinculación comercial en esta materia entre Chile y Europa, continente que hoy lidera su implementación a nivel global.
El primero de ellos fue el Foro y Feria Internacional del Medio Ambiente y la Sostenibilidad (FIMAS), organizado por la Asociación de Empresas y Profesionales para el Medio Ambiente (AEPA Chile), desarrollado el pasado 27 de mayo y que se centró en los avances para un modelo de desarrollo basado en la economía circular.
Allí, Linnet Solway expuso sobre el proceso de elaboración de la nueva Hoja de Ruta para la Economía Circular, proceso liderado por el Ministerio del Medio Ambiente y donde Eurochile dirigió el trabajo de construcción y redacción de la propuesta y documento final coordinando el diálogo entre múltiples actores.
Así, Solway explicó a los asistentes cómo se fue conformando la governanza del comité, redactor del documento y la participación de los diversos actores, proceso que tuvo más de 130 participantes, más de 100 reuniones y talleres, el apoyo de 10 asesores internacionales y el desarrollo de 11 mesas temáticas para abordar aspectos específicos de la Hoja de Ruta, que finalmente fue sometida a un proceso de consulta pública que recibió más de 500 observaciones de cara al documento final, que se hará oficial en los próximos días.
Todo este proceso culminó, explicó la directora de Transferencia Tecnológica y Economía Circular de Eurochile, en una visión que propone -como eje central- que “al año 2040 la economía circular regenerativa impulse a Chile hacia un desarrollop sostenible, justo y participativo que ponga el bienestar de las personas en el centro”. Esto a través de cuatro líneas de acción (territorios circulares, innovación circular, regulación circular y cultura circular), cada una de ellas con objetivos y metas específicas a 2030 y 2040.
Posteriormente, en un segundo seminario internacional realizado el pasado 8 de junio por la embajada de Suecia en Chile, denominado “Sweden Sustainability Forum: Insights and practical experience from leading sustainability”, Linnet Solway expuso sobre los avances de la economía circular en Europa, principalmente en el marco del Pacto Verde lanzado por la Comisión Europea (CE) en la COP25 para abordar los grandes desafíos climáticos, económicos y sociales que están enfrentando hoy.
En el marco de esta estrategia, explicó, se presentó el segundo plan de acción de economía circular de la Unión Europea (UE), que actualiza el plan anterior centrado principalmente en la gestión de los residuos y el fin de la cadena productiva, para enfocarse en iniciativas que inciden a lo largo de toda la cadena de todo el ciclo de vida de los productos. Entre ellas, empoderar a los consumidores para que tengan mejor información, dar mayor importancia al ecodiseño y eliminar la obsolescencia programada.
Respecto de los avances para su implementación, Solway explicó que la CE “está trabajando en una gran cantidad de iniciativas, la más concreta que entra en vigencia ahora el 3 de julio es una legislación sobre plásticos de un solo uso que prohíbe determinados productos, bastante similar a la nueva ley que se aprobó en Chile, y un requisito de etiquetado para entregar mayor información a los consumidores”. A esto se sumarán, agregó otras iniciativas como la entrega de mayor información por parte de las empresas a los consumidores, una mejor trazabilidad en el ciclo de vida de los productos para evitar el greenwashing, la revisión de la directiva sobre ecodiseño y la incorporación de nuevos productos a la regulación, entre ellos los materiales de construcción, textiles y muebles.
En paralelo, dijo, se trabaja en dos iniciativas que si bien no son parte de este plan de acción, sí son instrumentales para que la UE pueda cumplir sus objetivos climáticos. La primera de ella es la unificación de un etiquetado sobre la huella ambiental de los productos, ya que actualmente en la UE existen más de 200 etiquetas medioambientales, y 80 respecto de las emisiones de carbono.
La segunda iniciativa es la definición de una taxonomía de la UE para actividades sostenibles, que en esencia es la creación de una lista de actividades económicas que se consideran como ambientalmente sostenibles, y que permite dar seguridad de información tanto a las empresas como a los inversores y la ciudadanía. “Esta taxonomía busca unificar la comprensión de qué es una actividad económica sostenible, e informar de la misma manera (…) Esto va a ir orientando las inversiones en la UE, que se pueden guiar gracias a esta taxonomía”, explicó.