Productos Turísticos Circulares en la Región de Coquimbo
Los productos turísticos circulares son clave para el desarrollo sostenible en la región de Coquimbo. Al centrarse en la preservación del medio ambiente, el impulso a la economía local, el fortalecimiento de la identidad cultural y la reducción de residuos y emisiones, estos productos benefician tanto a los visitantes como a la comunidad local, estableciendo las bases para un turismo responsable y resiliente en el futuro.
El modelo de economía circular se presenta como una herramienta para integrar la sostenibilidad en los procesos productivos. La Fundación Ellen MacArthur define la circularidad como un marco de soluciones sistémicas que aborda desafíos globales, como la eliminación de residuos y la contaminación, la circulación de productos y materiales, y la regeneración de la naturaleza para hacer frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Por esta razón, el modelo circular propone utilizar los recursos de manera que se aproveche su máximo valor durante el mayor tiempo posible, al mismo tiempo que se eliminen los residuos desde el diseño de los productos y se incorporen medidas para la regeneración de la naturaleza.
El sector turístico y su cadena de valor no están ajenos al contexto global actual, y se contraponen al modelo lineal de desarrollo predominante. Por lo tanto, la integración de principios de economía circular en el turismo puede contribuir a transformar el sector, ayudando a reducir sus impactos negativos en el medio ambiente y actuando como motor de cambio para promover una gestión más eficiente de los recursos en los destinos turísticos.
Sin embargo, para que un producto turístico sea considerado como circular, debe cumplir con ciertas características. Es fundamental que tenga una visión y una estrategia clara orientada hacia la circularidad y la sostenibilidad, integrando estos principios desde la fase de diseño de los productos o servicios turísticos. Además, es importante colaborar con proveedores y actores locales para fomentar el consumo responsable.
La utilización de herramientas de economía circular puede ayudar a promover el uso de recursos renovables y reutilizables en el diseño y la prestación de servicios turísticos. Algunos ejemplos incluyen el uso de transporte sostenible o de fuentes de energía renovable, así como la incorporación de envases reutilizables durante las excursiones, como sustituir las botellas de plástico individuales por botellas reutilizables, o cambiar la vajilla de plástico por platos y cubiertos reutilizables.
Otras de las características principales están relacionadas con la reducción de las emisiones de CO2 a lo largo de la cadena de valor de los servicios turísticos, así como el impulso al desarrollo local. También es crucial desarrollar una estrategia de comunicación para informar a los turistas y proveedores sobre las medidas de circularidad, lo cual resulta fundamental para dar a conocer las acciones de sostenibilidad de la empresa turística a todas sus partes interesadas. Además, es importante brindar un constante apoyo o participación en programas medioambientales que contribuyan a la regeneración de los recursos naturales del destino.
Para lograr un impacto real, la industria turística debe comprender que la circularidad en los productos y servicios es parte de un pensamiento sistémico, integrándose en una cadena de valor o sistema productivo más amplio e interconectado que incluye otros sectores como el agroalimentario, el transporte y la energía.
Los actores involucrados en la creación y desarrollo de productos turísticos circulares deben concentrar sus esfuerzos en áreas que puedan generar un mayor impacto para avanzar en la transición hacia una economía circular. Estas áreas prioritarias incluyen la energía, el agua, el transporte sostenible, el consumo responsable, la gestión de residuos y la construcción.
En este contexto, durante la implementación del programa “Transferencia y Reactivación del Turismo Regional con Economía Circular”, llevado a cabo por la Fundación Empresarial Eurochile y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), se identificaron propuestas de productos turísticos basados en el modelo de economía circular en cada una de las provincias de la IV región.
En la provincia de Elqui, sobresale el producto turístico circular “Descubre el Elqui y sus encantos”, el cual ofrece la oportunidad de disfrutar de los encantos del Valle del Elqui. El recorrido comienza con una visita a la ciudad colonial de La Serena, seguida por una parada en la ciudad puerto de Coquimbo y los encantos de Vicuña, culminando con una noche bajo las estrellas. Este producto turístico cuenta con la colaboración de las empresas Hotel Diego de Almagro y Hotel Terral. Un aspecto destacado de este componente es la incorporación de prácticas sustentables, como el uso de cocinas solares en el Valle del Elqui y la visita a la atracción de Pisquera Aba.
Asimismo, en la provincia de Limarí, se identifica el producto turístico circular “Excursión Parque Fray Jorge”, el cual ofrece una visita al Parque Nacional, que presenta un bosque tipo valdiviano en una zona costera desértica. Este parque ha sido declarado Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO y es la segunda reserva Starlight en Sudamérica debido a sus hermosos y prístinos cielos. El recorrido incluye una degustación de la gastronomía local en el balneario de Tongoy. Este producto turístico se destaca por las prácticas de cuidado medioambiental llevadas a cabo por CONAF, que incluyen la protección de la flora y fauna nativa.
Finalmente, La propuesta de producto turístico circular en la provincia de Choapa, denominada “Tierras de Brujas y Cóndores”, destaca como uno de los territorios más singulares de la región debido a sus tradiciones ancestrales y al entorno natural de montañas, complementado por la rica gastronomía de la ciudad de Salamanca. Las empresas participantes incluyen Delicias El Tebal, Hotel El Estero y la Cervecería Artesanal Brujas-Mallucun Vertical. Este producto turístico se distingue por su enfoque en prácticas sustentables, como el uso de energías renovables, la gestión sostenible de residuos orgánicos y la reutilización de materiales como el plástico y el vidrio.