Fundación Eurochile realiza talleres AL-INVEST Verde Frutícola en las regiones de Biobío y Los Lagos
Los talleres AL-INVEST Verde tuvieron una gran convocatoria por parte del sector frutícola, en especial de productores de cerezas y berries. La razón detrás de este entusiasmo se debe a la creciente necesidad de adaptarse a las normativas de los mercados europeos que exigen el cumplimiento de estándares ambientales y sostenibles.
Fundación Empresarial Eurochile, en colaboración con sus socios europeos Promos de Italia y Agropolis Internacional de Francia, presentaron, en mayo pasado, en la comuna de Lolol, región de O´Higgins el proyecto AL-INVEST Verde Frutícola. Iniciativa que tiene como objetivo ayudar a las pequeñas y medianas empresas a adoptar prácticas sostenibles y circulares en sus sistemas agroalimentarios.
En este contexto, los días 25 y 26 de mayo se llevaron a cabo talleres en las regiones de Biobío y Los Lagos para dar a conocer los detalles e invitar a productores a participar del proyecto, denominado “Alianza chileno-europea para la transición verde en MiPymes del sector frutícola chileno y sus Organizaciones Empresariales“. Este proyecto supone un paso adelante en la creación de alianzas internacionales para promover la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente en el sector agroalimentario.
Durante las jornadas de actividades, Rodrigo Silva Muñoz, jefe de proyectos e Ivonne Palma directora del Área de Sostenibilidad y Economía Circular, ambos representantes de Fundación Empresarial Eurochile, en conjunto con las expertas europeas, Iciar Pávez y Sabrina Deforge-Lagier, se encargaron de destacar la importancia de la economía circular como herramienta para la gestión sostenible de los recursos naturales en el sector frutícola.
Actualmente, el sistema productivo chileno es altamente intensivo en la implementación de agroquímicos, debido al uso de pesticidas y fertilizantes, lo cual afecta tanto al medio ambiente como a la salud de los consumidores. Por esta razón, los mercados europeos han definido normas en sus sistemas de exportaciones, en donde los productores agroalimentarios deben cumplir ciertos estándares ambientales y sostenibles para poder llegar a comerciar sus productos.
Asimismo, Rodrigo Silva, jefe de proyectos del Área de Sostenibilidad y Economía Circular, señala que, “El desafío de la fruticultura chilena es dar respuesta a esto y transitar hacia una agricultura más sostenible, por lo que esto permitirá utilizar mejor los recursos y ayudar a las MiPymes a implementar una agricultura más circular, y así, cumplir con las normativas para exportar a los mercados europeos”.
Desde la perspectiva europea, las expertas francesas le abrieron un mundo de oportunidades a los asistentes, presentándole todas las opciones de intercambio de conocimiento y casos de éxito en Europa en los que se implementaron prácticas de economía circular en la producción y el manejo de residuos en el sector frutícola. Estos ejemplos mostraron cómo estas prácticas no solo son beneficiosas para el medio ambiente, sino que también pueden generar ahorros económicos y mejorar la calidad de los productos.
Iciar Pávez, Investigadora del L’Institut Agro Montpellier, da a conocer que, “los talleres permitieron realizar una reflexión sobre la necesidad y los beneficios de un cambio de paradigma hacia una economía circular. Fue interesante constatar, a través de las discusiones con los productores, con técnicos e investigadores en regiones, la similitud de los desafíos que enfrentan los fruticultores en Chile y en Francia. Esto abre posibilidades para el intercambio de experiencias y de conocimientos”.
En conclusión, las presentaciones destacaron la importancia de la sostenibilidad y la economía circular en el sector frutícola, y cómo estas prácticas pueden ser beneficiosas tanto para el medio ambiente como para los productores. La colaboración y el intercambio de conocimientos entre MiPymes y expertos en el área pueden contribuir a la adopción de modelos económicos más sostenibles en este sector.