Columna de opinión escrita por Ivonne Palma, directora del Área de Sostenibilidad y Economía Circular.

En la última década, la Economía Circular se ha consolidado como la herramienta clave para lograr una prosperidad económica y socialmente justa, mediante el uso consciente de los recursos sin comprometer el futuro de nuestro planeta. Aunque numerosas empresas y gobiernos han adoptado esta tendencia, cada vez más popular, para abordar problemas ambientales y fortalecer la resiliencia ante el cambio climático, rápidamente se percataron de la escasez de capacidades técnicas, formación y conocimientos necesarios para su implementación.

La transición hacia un modelo de negocio circular o un plan gubernamental que promueva la economía circular requiere habilidades específicas de comunicación, conocimientos técnicos avanzados, experiencia práctica y un profundo entendimiento del territorio, ya que, por ejemplo, la economía circular debe implementarse a nivel local para minimizar el impacto ambiental causado por el transporte. Según un estudio liderado por Circle Economy, un empleo en economía circular requiere, en promedio, tres años más de experiencia práctica que otras ocupaciones.

Considerando estos aspectos, es de suma importancia preservar los oficios que han acumulado experiencias únicas a lo largo de los años, como es el caso de los recicladores de base y las MiPymes, cuyo propósito principal es la prevención, reparación o reutilización. Estos actores poseen conocimientos prácticos adquiridos durante años de experiencia trabajando en la reparación, reciclaje, recolección e innovación con residuos en territorios complejos. Estas habilidades son cada vez más escasas en los países desarrollados, como en Europa, donde se enfrenta dificultad para encontrar personal con experiencia en reparación, según un informe de 2022 de la European Environment Agency (EEA) Activity Circular Economy and Resource Use. A pesar de que Europa ha logrado desarrollar con éxito una industria de reciclaje altamente tecnológica, la tendencia actual apunta hacia prácticas de circularización de materiales con un menor impacto ambiental, como la reutilización y la reparación, donde se enfrentan a la falta de personal capacitado.

El nivel reputacional que poseen las MiPymes, reconocido como el más destacado entre los tipos de organizaciones en Chile según la evaluación de IPSOS en 2022, les confiere la capacidad de desempeñar un papel crucial en la resolución de problemas controvertidos. Un ejemplo de ello es la gestión inapropiada de residuos, donde la desconfianza de la población hacia las autoridades locales o grandes empresas prevalece en relación con el destino final de los residuos destinados a valorización.

Además, la notable capacidad emprendedora de las MiPymes, derivada de la flexibilidad en sus procesos y un profundo conocimiento del mercado a nivel local, constituye una ventaja significativa. Esto les posibilita abordar de manera concreta y adaptada a la realidad local la problemática de la gestión de residuos.

Desde hace más de 30 años, la Fundación Empresarial Eurochile ha centrado su apoyo en las MiPymes, contribuyendo al desarrollo del país. Su misión ha sido fomentar el intercambio comercial y tecnológico entre pequeñas y medianas empresas (Pymes) de Chile y la Unión Europea, actuando como facilitador en el proceso de internacionalización. La Fundación ejecuta proyectos en todo Chile con el objetivo de generar un impacto significativo desde los territorios.

Eurochile destaca como pionero en la economía circular, siendo un tema en pleno desarrollo en la Unión Europea. La Fundación optó por incorporar esta perspectiva a sus procesos para enriquecer a las MiPymes con la experiencia europea. Actualmente, sigue respaldando a las MiPymes, considerándolas agentes transformadores de la sociedad, a través de transferencia, aplicación e implementación de conocimientos para contribuir a la construcción de modelos de negocios circulares para liderar la transición hacia una economía circular que contribuya al desarrollo sostenible del país y el planeta.

En la actualidad, la Fundación Empresarial Eurochile está llevando a cabo varios proyectos en la Provincia de Osorno, entre los cuales destaca el programa denominado “Fortalecer Reciclaje y Economía Circular”. Este proyecto, centrado en Reciclaje y Gestión de Residuos, cuenta con financiamiento del Gobierno Regional de Los Lagos a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). El objetivo principal es “Mitigar el impacto negativo de la disposición inadecuada de los residuos y esto tanto a nivel domiciliario como de la pequeña industria” mediante la transferencia de conocimientos y construcción de liderazgo local en la pequeña industria y en los ciudadanos para ir resolviendo de forma colaborativa el problema local de generación de basura.