Cuidado del suelo, la clave para enfrentar el cambio climático en la agricultura
En un contexto donde el clima es cada vez más impredecible, la agricultura debe enfrentar un escenario en el que las acciones de mitigación y adaptación resultan fundamentales para mantener el rendimiento de los cultivos, así como para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y en ello, el conservar suelos sanos es esencial para el éxito.
Este 16 de mayo, en el Centro de Negocios Chileno-Europeo de Fundación Eurochile se desarrolló, en conjunto con Corfo y el Instituto de Transferencia Tecnológica y Emprendimiento (ITE), el seminario “Cambio climático en la agricultura: El suelo como medio para la mitigación” donde se presentaron soluciones sostenibles respecto a esta temática.
Actualmente, la intensidad y la velocidad del cambio climático presentan nuevos desafíos sin precedentes para la agricultura. La regularidad de las estaciones se está perdiendo, mientras van en aumento tanto la incertidumbre como los fenómenos climáticos extremos. Hoy el sector no solo es víctima de este fenómeno global, sino que a la vez es una fuente importante de gases de efecto invernadero, contribuyendo a incrementar el problema.
La producción agropecuaria libera estos gases a la atmósfera, siendo responsable de la mayor parte de las emisiones de metano (a través del ganado y los humedales, especialmente los arrozales) y de óxido nitroso (por el uso de fertilizantes). A la vez, la deforestación y la degradación del suelo –dos efectos devastadores de prácticas agrícolas insostenibles– son causantes de grandes cantidades de carbono, lo que solo viene a acelerar aún más el cambio climático.
En la actualidad, Chile posee una producción agrícola altamente intensiva y demandante en el uso de fertilizantes tradicionales, importando más del 85% del volumen requerido, necesitando un promedio de 358,4 kg/ha con un costo mínimo promedio de $250.000 por hectárea para aumentar el rendimiento de los cultivos. Un costo que además tiende continuamente al alza, impactando en la competitividad y rentabilidad de nuestra producción.
Todo esto llevó al Instituto de Transferencia Tecnológica y Emprendimiento (ITE) a desarrollar una solución innovadora e integral “made in Chile”, incorporando un novedoso proceso de producción de biomasa basado en la cianobacteria Arthrospira maxima(Spirulina) con el fin de obtener como producto comercial un biomejorador de suelos (biofertilizante y fitoestimulante) derivado de esta materia prima HUMI +.
Las sustancias húmicas, entre éstas los ácidos húmicos y fúlvicos, son de gran importancia para el suelo ya que evitan la compactación de la tierra, amplifican la capacidad y disponibilidad de los nutrientes (ayudando a transferirlos del suelo a la planta) y, por consiguiente, potencian su fertilidad; aumentan la retención de agua, incrementan la velocidad de germinación de las semillas y estimulan la proliferación de la microbiota presente en el suelo, entre otros, entregando beneficios en el mejoramiento de las propiedades nativas del suelo y en la productividad de los cultivos.
Los resultados del proyecto, ejecutado por ITE con apoyo de CORFO y con Eurochile como asociado, fueron presentados este jueves 16 de mayo durante el seminario, al igual que plataformas de inversiones para el financiamiento de proyectos con impacto positivo en lo económico, social y ambiental en esta materia.