Fundación Empresarial Eurochile reactiva red Copernicus buscando acelerar la presentación de proyectos en convocatoria clave
Tras la pandemia, las actividades del programa de la Unión Europea se vieron interrumpidas. En octubre pasado se retomaron en sus 140 países integrantes, y a nivel local Eurochile lidera la participación de Relay Center y Academy en un inédito concurso que financiará el desarrollo de nuevas aplicaciones. El plazo para postular se acaba en los primeros días de marzo del próximo año.
La red Copernicus es el Programa de Observación de la Tierra, que coordina y gestiona la Unión Europea (UE) y que integran Relay Center y Academy de todo el mundo. En su conjunto suman 140 participantes, entre ellos, la Fundación Empresarial Eurochile. Copernicus promueve la oferta y acceso a aplicaciones tecnológicas a partir de la observación satelital de imágenes, las que se ponen a disposición de personas, proveedores de servicios, administraciones públicas y otras organizaciones internacionales.
Estas herramientas son desarrolladas por quienes forman parte de la red a través de proyectos que presentan en el marco de las convocatorias de Copernicus. Por estos días están abiertas las postulaciones al programa Horizonte Europa que cierra su proceso los primeros días de marzo del año 2023 y que será de suma relevancia, pues en esta ocasión la Comisión Europea está muy interesada en financiar iniciativas chilenas, cuyos montos pueden alcanzar hasta los US$ 3 millones. Para ello debe hacerlo con socios de Chile y de Europa bajo la figura de consorcio.
En este contexto, y dado el interés por fortalecer la coordinación de la red a nivel local y generar lazos de vinculación que permitan a sus Relay Center y Academy conocerse y evaluar el eventual desarrollo de proyectos de manera conjunta de cara a la convocatoria de marzo, Eurochile organizó el conversatorio ´Copernicus: Oportunidades de colaboración y desafíos entre Chile y la Unión Europea´, el que tuvo como invitado al prestigioso Instituto de Meteorología de Finlandia (FMI), con vasta experiencia en el diseño de aplicaciones Copernicus y potencial socio europeo ya que ha trabajado previamente con Eurochile en temas de medición de calidad del aire.
El director ejecutivo de Eurochile, José Aravena, junto con dar la bienvenida a los asistentes contextualizó el motivo de la cita, resaltando que responde al compromiso que la fundación acordó cuando sostuvo reuniones con los líderes de Copernicus durante la visita a la ciudad de Praga en octubre pasado.
Asimismo, recalcó que la existencia de proyectos ya encaminados, el trabajo colaborativo y contar con la trayectoria de entidades como el FMI serán determinantes a la hora de llegar a tiempo al concurso, pues se trata de un proceso altamente competitivo, que requiere de mucha dedicación y de capital humano, y el resultado es difícil de alcanzar.
“Las tasas de aprobación de los proyectos están por debajo del 10%, o sea, 1 de 10 proyectos se está aprobando, o menos de 1 incluso. Por lo tanto, si queremos embarcarnos en la presentación de un proyecto de estas características tenemos que reflexionar bien si tenemos las capacidades para hacerlo y si tenemos los socios europeos con expertise en la materia que nos puedan guiar”, advirtió.
No obstante, remarcó que Copernicus es un programa muy interesante porque abre la puerta a una serie de desarrollos para un país como Chile, los que ya están alcanzando el nivel de aplicación, pero a su vez, reparó, que aún hay espacio para seguir creciendo, por ejemplo, en rubros como el minero.
Rearmando la red
En esa línea, Eurochile colaboró en la génesis del proyecto Copernicus que el FMI comenzó a implementar localmente hace un par de años, de la mano de Mikko Strahlendorff, asesor espacial de la entidad finlandesa y de la Comisión Europea, y cuya visita a Chile en enero próximo será una instancia para continuar evaluando la factibilidad de postular junto a Relay Center o Academy locales a la convocatoria de marzo del próximo año.
A su vez, el instituto colabora actualmente con el Ministerio del Medio Ambiente en tres proyectos de control de calidad del aire y manejo de redes de monitoreo en base a datos proporcionados por la red de satélites, a cargo de la Directora del grupo de expertos de calidad del aire y energía del FMI, Katja Lovén, quien en su presentación durante el conversatorio describió cómo ha sido la metodología de trabajo y compartió a sus colegas algunas recomendaciones para el uso adecuado de las aplicaciones Copernicus.
Sobre las oportunidades y retos que afronta el ecosistema chileno en el uso de este programa, la investigadora del FMI, Edith Rodríguez, reconoció el nivel que tiene el sistema de calidad del aire, pero, asimismo, apuntó a seguir avanzando en optimizar el uso de información de la red de estaciones del ministerio del Medio Ambiente en aquellas zonas mineras o de actividad volcánica.
“Se espera desarrollar un trabajo más a largo plazo en el manejo de los datos y en cómo esos datos se pueden utilizar, por ejemplo, para el modelado y pronóstico de calidad del aire. Como FMI estamos apoyando y queremos seguir apoyando al ministerio y otras instituciones envueltas en esta tarea”, complementó.
Con Eurochile el FMI ya tienen un camino juntos y ambos están estudiando la factibilidad de levantar una iniciativa, la que tendría que provenir de Chile. En forma paralela, la fundación está en conversaciones con la EARSC (Asociación Europea de Empresas de Sensores Remotos), lo cual deberá definirse en estos meses.
Con todo, durante el conversatorio se anunció un hito importante para Chile. La ingeniera de Proyectos Geoespaciales del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile, Roxana Trujillo y el Director del Centro de Investigación Antártica de la Universidad de Magallanes, Carlos Cárdenas, confirmaron que ambas instituciones trabajan en la presentación de un proyecto Copernicus que competirá en el concurso de marzo.
Representantes de otras entidades como Paulina Vidal, del Centro de Observación de la Tierra Hémera, de la Universidad Mayor; Camila Barrera, jefa de Programas Estratégicos de la Gerencia de Gestión Estratégica, Producción y Desarrollo del CIREN y René Muñoz, profesor instructor del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícolas de la Universidad de Magallanes expresaron también su disposición a reactivar la red.
En ese sentido, el director ejecutivo de Eurochile reiteró que “en Eurochile trabajamos con empresas europeas que utilizan aplicaciones Copernicus, algunas chilenas, y queremos potenciar aquello”.
Dado que este programa tiene un impacto muy potente en las tareas en las que está involucrado Eurochile, que son la cooperación internacional, la transferencia tecnológica y la sustentabilidad en actividades claves como el turismo, la agricultura y la construcción, acompañaron al director ejecutivo Manuela Caruz, directora de Redes Internacionales y Enrique Sánchez, director Sostenibilidad y Economía Circular.
Cooperación clave
La jornada de vinculación también dio cita a un conversatorio donde se profundizó en proyectos de colaboración entre Chile y Finlandia en materia de calidad del aire, que ejecuta el FMI junto al Ministerio del Medio Ambiente.
Al inicio de la actividad, el primer secretario de la embajada de Finlandia en Chile, Antti Kauttonen, recordó que la cooperación entre ambos países comenzó a forjarse por el año 2017, en un contexto en que la problemática ambiental toma cada vez más relevancia para los gobiernos. Sobre la trayectoria del FMI resaltó que es una de las instituciones públicas de meteorología más importantes del mundo, con una red de cooperación que abarca a 25 países.
En esta actividad, expuso la Directora del grupo de expertos de calidad del aire y energía del FMI, Katja Lovén, sobre el Plan de Modernización y Rediseño de las Redes de Monitoreo de Calidad del Aire que se aplicó en las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví y en las comunas de Calama, Huasco y Coronel, a partir del análisis y evaluación de datos de monitoreo de la calidad del aire obtenidos durante tres años.
En su presentación, la experta destacó una serie de recomendaciones que arrojó el trabajo del FMI, entre ellas, desarrollar redes de monitoreo agregando nuevas mediciones y análisis de laboratorio mientras se reduce la cantidad de monitoreo de contaminantes no prioritarios y focalizarse en las partículas prioritarias de SO2 y MP2,5.
La otra experiencia de colaboración del FMI ha sido con el Centro María Molina desde el año 2011. En la instancia, Felipe Reyes, investigador de la entidad chilena dio a conocer detalles de los proyectos desarrollados de forma conjunta, la mayoría de ellos financiados por el Ministerio del Medio Ambiente y con el foco puesto en identificar y comprender aquellas medidas que ayudan a reducir la contaminación ambiental.
Por su lado, la tecnología finlandesa que está irrumpiendo en Chile ayudará a un mejor entendimiento del comportamiento de los contaminantes del aire. Durante el taller, Matías Quintana, product manager de Metcom, representante de Vaisala comentó que es clave para la industria comprender cómo se dispersan los contaminantes más allá del nivel superficial, cómo se mueve la capa límite y cómo se complementan los actuales sistemas de análisis y monitoreo con las nuevas soluciones.